¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
Los hermanos Herbert, nominados al premio Empresa Agrícola del año 2022

Lanzan en Holanda el primer robot recolector de coles de Bruselas totalmente automático

La col de Bruselas es una de las hortalizas más difíciles de cultivar, pero también de cosechar, ya que requiere una gran cantidad de trabajo manual, que hoy en día es cada vez más costoso. Los hermanos Jan y Ronald Herbert, que desde pequeños están familiarizados con el cultivo de las coles de Bruselas, acaban de realizar una inversión de riesgo para dar un impulso a su empresa productora en Países Bajos. El primer robot recolector de coles de Bruselas completamente automático, desarrollado por el fabricante Tumoba, ya está cosechando esta hortaliza típica de invierno en las parcelas de los dos hermanos. De esta forma, el cultivo de la col de Bruselas seguirá siendo rentable en el futuro para esta empresa que ya lleva 25 años en funcionamiento. Este año, los hermanos Herbert han sido nominados al premio Empresa Agrícola del Año.


Ronald Herbert (izq.) y Jan Herbert (dcha.)

Mecanización
La cosecha de coles de Bruselas requiere mucha mano de obra. De hecho, si la recolección no hubiera sido parcialmente mecanizada en la actualidad, el cultivo de estas hortalizas no habría sido rentable. En el pasado, cada col se arrancaba individual y manualmente del tallo. Desde la década de 1980, la recolección se realiza de manera semiautomática mediante una cosechadora con un sistema de cuchillas que primero corta los tallos y luego los brotes. Sin embargo, hay un paso intermedio en el que 4 personas colocan los tallos cortados en los cabezales de corte que separan los brotes de los tallos. Ahora, Tumoba ha logrado reemplazar el trabajo manual por brazos robóticos, que se hacen cargo de la tarea monótona y no sufren las condiciones climáticas cambiantes ni la humedad de los tallos.


El robot recolector de coles de Bruselas en acción (Fuente: Agrifoto)

Jan y Ronald han sido testigos de la evolución de la mecanización desde el principio, puesto que la empresa de cultivo fue fundada a principios de los 1970 por su padre. Hace 25 años, los hermanos se hicieron cargo de la finca y la convirtieron en una de las mayores empresas de cultivo de coles de Bruselas de los Países Bajos. Este año, la superficie cultivada fue de 336 hectáreas entre la producción convencional/Planet Proof y el cultivo ecológico en colaboración con la compañía bío ERF BV. Además de coles de Bruselas, los hermanos cultivan coliflor y col rizada, las cuales se suministran a través de The Greenery al retail holandés y a través de Weyers, entre otros, al retail alemán.


Ronald Herbert y Joost Rouwhorst (izq.), de The Greenery

Inversión de riesgo
Recolectar coles de Bruselas es un trabajo duro, por lo que los hermanos Herbert ya soñaban con una solución completamente automática desde hace mucho tiempo. Hace tres años, dieron el empujón definitivo para llevar a cabo el desarrollo de un robot recolector, realizando una inversión de riesgo, con el apoyo limitado del Fondo de Productos de The Greenery. Jan y Ronald adquirieron el robot incluso antes de que fuera construido.


Detalle del robot recolector de coles de Bruselas. Los sensores determinan la ubicación exacta de la planta, después de lo cual el tallo se corta.

Esto permitió que el fabricante Tumoba pudiera acelerar el diseño y la construcción de la segunda generación de cosechadoras de campo abierto. Hace tres años, descubrieron cómo la máquina podría reemplazar los brazos humanos. Los brazos robóticos, después de cortar los tallos, hacen un giro de 180 grados, levantan los tallos y los colocan en el cabezal de corte. El sistema mecánico se guía por los sensores y el software.


Ronald muestra uno de los brazos robóticos. El brazo sujeta la planta cortada, gira hacia atrás y coloca el tallo en el cabezal de corte.

"La fortaleza de Tumoba es que son fuertes tanto en software como en diseño", dice Ronald. La empresa de cultivo estuvo muy involucrada en el desarrollo de la máquina robótica. Con algo de retraso, el robot estuvo listo al final de la temporada 2020-2021. Este año, el robot hace la temporada entera y la confianza va creciendo. "Hemos tenido que enfrentarnos a varios desafíos, pero todo irá bien. Y es que la trayectoria de aprendizaje está completa en un 80%", dice Ronald.


El robot recolector cosecha cuatro hileras de coles de Bruselas a la vez

La inversión de riesgo se realizó con una perspectiva de futuro incierta. A su alrededor, Ronald y Jan Herbert ven que varios productores dejan de producir coles de Bruselas por la falta de relevo generacional o rentabilidad del cultivo. También preocupa la desaparición de los productos fitosanitarios, para los que aún no existen buenas alternativas. En este contexto, es necesario aumentar el tamaño de las empresas de cultivo, pero según Jan, esto también tiene su límite.


Detalle del robot recolector. La parte inferior de la planta se coloca en el cabezal de corte.

"No veo a nadie produciendo coles de Bruselas en una superficie de más de 500 hectáreas. Y es que los costes por hectárea han aumentado enormemente, este año entre 1.000 y 1.250 euros. Sin embargo, el precio de venta de las coles de Bruselas sigue siendo el mismo que hace 20 años. Nos gustaría proporcionar alimentos sanos y seguros, pero al prohibir los productos fitosanitarios para los que no existe una alternativa (verde), la producción de alimentos está en peligro. Para muchos productores, este cultivo ya no es rentable. Los retailers están prestando más atención a este problema, pero aún no lo vemos reflejado en un mejor precio en campo".


En las pantallas del ordenador se puede ver lo que está haciendo el robot.

Robot vs. humano
El despliegue del robot no contribuirá a la reducción de costes a corto plazo. La gran ventaja reside en la flexibilidad, reduciendo la presión sobre la mano de obra. La demanda de coles de Bruselas suele alcanzar su punto máximo en el mes de diciembre y, gracias al robot de recolección, los hermanos Herbert no tuvieron que contratar a más personal esta temporada.


La cinta transportadora lleva los brotes cortados a un camión volquete.

Los brazos robóticos casi alcanzan la capacidad de 4 trabajadores experimentados (10 plantas/minuto frente a 12 plantas/minuto). Se espera que, en el futuro, el robot trabaje las 24 horas del día y los 7 días de la semana. En ese momento, la inversión será más que rentable. Solo se necesita 1 persona que haga el giro cuando el robot cosechador llega al final de la hilera. En comparación con la cosechadora tradicional para 4 hileras, el ahorro en mano de obra es de 3 personas. Además, el robot hace que el trabajo sea más seguro y menos pesado.


No se pierde ni un solo tallo. Un cabezal de corte adicional en el costado del robot permite cosechar las plantas omitidas por los brazos robóticos.

Roland y Jan Herbert ya han planificado la próxima temporada. Ciertamente no reducirán la plantilla de 18 recolectores. "Las personas siguen siendo la base de nuestra empresa. Sin trabajadores, no se llega a ninguna parte. Estamos muy orgullosos de dar trabajo a 25 empleados polacos y rumanos (en temporada alta) y 10 empleados holandeses, incluidos nosotros, desde hace mucho tiempo. Las máquinas siempre vienen en segundo lugar", concluyen los hermanos.


Ronald inspecciona las hileras de coles de Bruselas.


Detalle del campo por el que circula el robot recolector.


El robot recolector avanza de forma completamente independiente.


El uso de las máquinas recolectoras tripuladas sigue siendo necesaria en la empresa de los hermanos Herbert.


Un camión volquete está listo para llevar las coles de Bruselas a la planta de manipulación, donde se procede a la clasificación y el envasado según los requisitos de los clientes.

Un vídeo del medio agrícola holandés Boerderij sobre la nominación al premio Empresa Agrícola del año 2022. 

Para más información:
Jan y Ronald Herbert
R. en J. Herbert
Zeewolde (Países Bajos)
Tel.: +31 (0)36-5228296
[email protected]
FB R. en J. Herbert