En un comunicado, la NEPG, la Asociación de Productores de Patata de Francia, Países Bajos, Alemania y Francia ha advertido de que las fuertes subidas de los insumos en los últimos meses van a hacer insuficientes los incrementos de los precios de los contratos anunciados desde la industria.
“Todos los insumos han mostrado precios al alza en los últimos meses, desde la energía hasta los fertilizantes y los productos fitosanitarios, pero también las máquinas y los repuestos. Los costos de alquilar una hectárea de tierra no solo han aumentado, sino que a veces es imposible encontrar tierra para patatas. El reciente endurecimiento de las condiciones de alquiler en Flandes podría influir en los desarrollos en los vecinos Valonia y Francia”, indica la NEPG.
Los precios de los últimos contratos de procesadores acaban de conocerse, destacan desde la NEPG, y suelen proponer precios más altos que los primeros publicados a finales del año pasado, con incrementos frente a los precios de 0,025 y 0,04 €/kg, dependiendo de los países, procesadores y variedades. Algunas de esas propuestas cubren los costos de producción mucho más altos que enfrentan los productores, otros no.
Por ello, la NEPG insta a los productores a realizar un análisis preciso del costo de producción antes de firmar nada. Los costos de producción promedio dan una indicación, pero se necesitan cálculos individuales para tomar una decisión.
Además, advierten que “con las (próximas) nuevas regulaciones de la UE sobre ecologización de la agricultura (reforma de la PAC), están apareciendo una gran cantidad de nuevos desafíos, y los productores de patatas piensan que los compradores y la sociedad en su conjunto también deberían asumir sus responsabilidades. Además de los productores, el resto de la cadena de valor de la patata tiene que asumir sus responsabilidades si quieren un flujo de patatas constante y lo suficientemente grande”.
Durante las últimas dos décadas, el desarrollo de la superficie de patata ha sido impulsado por una creciente demanda de productos procesados.
Los próximos años podrían ser un punto de inflexión, advierten desde NEPG: las industrias aún quieren más y más patatas, pero los productores ya no tienen la posibilidad de producir más (no hay suficiente tierra para patatas, los costos de producción son demasiado altos, los rendimientos decrecientes bajo la presión del cambio climático, etc). “Nuestro ‘mundo de la patata’ está pasando de una crisis de demanda a una crisis de oferta. ¿Estarán los agricultores tan interesados en producir patatas en los próximos años como lo estaban hace 5 o 10 años?”, se preguntan en un comunicado de prensa.
Fuente: agronewscastillayleon.com