El mayorista belga Frank Valckenier, especialista en berries, espera ya la llegada de la primavera. "Estamos esperando a que se reanude el suministro de frutos rojos locales. No hemos dejado de vender, pero, sobre todo dada nuestra especialidad, el buen tiempo primaveral favorece una mayor demanda".
"Los precios de las fresas son bastante razonables para esta época del año. Sin embargo, una caja se vende actualmente por 6 o 7 euros, lo cual contrasta con los 6 euros que se pagaban por dos cajas en verano. Eso explica por qué la gente se decanta ahora mismo por otras opciones".
Frank vende sobre todo fresas holandesas y belgas. "En materia de sabor, son prácticamente idénticas, y los belgas suelen preferir estas antes que las españolas. También son de bastante buena calidad. Tienen buen sabor, pero la demanda deja un poco que desear. De momento, la mayoría se utiliza para decorar o procesar, aunque de vez en cuando vendemos alguna caja extra por San Valentín", dice.
Dice que esta época de calma no es algo inesperado. "Sucede todos los años. Nuestra temporada de verano es simplemente diferente a la de invierno. Los compradores siguen adquiriendo manzanas y peras porque se pueden almacenar, pero los frutos rojos tienen que estar muy frescos. Enero, febrero y marzo son meses de transición. Después, el tiempo mejora. O eso espero, en cualquier caso".
Lo que es inusual es la repentina caída de la demanda de frambuesas, dice Frank. "Las ventas de frambuesas iban bastante bien hasta la semana pasada, pero desde el sábado, de repente ya nadie las quiere. ¿Es un bajón? No lo sé. La situación podría cambiar mañana o el fin de semana, pero no estamos preocupados y somos optimistas de cara a los próximos meses", concluye.
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Frank Valckenier
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