La incidencia de la clorosis variegada de los cítricos (CVC), que llegó a considerarse la enfermedad citrícola más grave, continúa cayendo en el cinturón citrícola de Brasil (São Paulo y Triângulo/Suroeste Mineiro), siguiendo la tendencia de los últimos años. La CVC provoca una maduración precoz y una marcada reducción del tamaño de los frutos, que pueden perder hasta el 74% de su peso, lo cual lleva a un descenso de la productividad. A principios de los 2000, la incidencia alcanzó el 46,8%. Ahora está presente en tan solo el 0,46% de los naranjos.
El gerente general de Fundecitrus, Juliano Ayres, subraya la importancia de todos los conocimientos adquiridos en los últimos años en el riguroso manejo de las medidas adoptadas por los citricultores para controlar la enfermedad. "Esta es la tasa de CVC más baja de los últimos 20 años, lo cual debería considerarse una historia de éxito y un ejemplo para el manejo del greening (una enfermedad que, en 2021, alcanzó el nivel más alto nunca registrado en el cinturón citrícola desde 2004, con un 22,37% de los naranjos enfermos)", comenta.
Fuente: abrafrutas.org