Los productores de arándanos de Columbia Británica acogen con satisfacción la esperada noticia de la creación de un fondo de ayuda conjunto de 228 millones de dólares, para ayudar a los agricultores de la provincia a recuperarse de las inundaciones de finales de 2021. El programa de asistencia es una iniciativa conjunta federal-provincial y las solicitudes de fondos se abrieron el 7 de febrero de 2022.
"Nuestro calvario comenzó el 15 de noviembre y han sido unos meses muy estresantes, sin saber cómo vamos a limpiar y reiniciar nuestras vidas y reanudar nuestro medio de vida, los campos de arándanos", dice Harry Sidhu, cuya familia cultiva en Sumas Prairie.
En los próximos días, el B.C. Blueberry Council, en Abbotsford, revisará la letra pequeña del programa AgriRecovery. Sidhu señala que, una vez que conozca mejor el programa, podrá determinar si cubre adecuadamente las pérdidas de los productores de arándanos.
Las inundaciones de noviembre afectaron al menos a 1.010 hectáreas de arándanos, aunque aproximadamente entre 280 y 400 hectáreas sufrieron un impacto más grave, que afectó en gran medida a la zona de Sumas Prairie. En total, la provincia cuenta con más de 10.520 hectáreas de arándanos Highbush, una superficie que produce una media de 74.842 toneladas de arándanos al año.
Un campo de arándanos afectado en la zona de Sumas Prairie. Imagen enviada por un productor de arándanos de Columbia Británica.
Zonas afectadas
Los productores de arándanos de la zona siguen sin saber cómo han sobrevivido sus plantas al suceso, y tampoco conocen el estado de su maquinaria y de las estructuras de la explotación. Los productores de las zonas de Matsqui y Hatzic Flats también están preocupados, ya que sus campos sufrieron importantes inundaciones, y se produjeron inundaciones localizadas en otras zonas de producción de arándanos en la parte baja del continente.
Los campos de arándanos de las zonas menos inundadas, donde el agua se drenó después de cinco o seis días y solo alcanzaba entre 0,6 y 0,9 metros de profundidad, pueden tener la oportunidad de recuperar sus campos, aunque se espera que todos los campos de arándanos inundados experimenten diversos grados de daños o pérdidas. "Los daños en los campos están empezando a evaluarse ahora que el agua se ha retirado", señala Jason Smith, presidente de la junta directiva del B.C. Blueberry Council. Sin embargo, el sector no conocerá el impacto total hasta dentro de una o dos temporadas, ya que algunos de los efectos podrían ser más evidentes con el tiempo.
"Existe una gran posibilidad de que los productores más afectados tengan que arrancar sus plantas y replantarlas, lo que podría suponer un gran gasto económico", afirma Sidhu. "Los arándanos son una planta perenne, y se necesitan años para obtener una cosecha considerable, por lo que esto puede suponer una importante pérdida de ingresos durante muchos años". Las plantas replantadas pueden tardar un mínimo de cinco años en producir volúmenes significativos.
Sin embargo, Smith señala que, aunque la mayor parte de la zona productora de arándanos de Columbia Británica no se ha visto afectada y no hay repercusiones a corto o largo plazo para los consumidores de arándanos de la zona, es posible que no se disponga de una perspectiva adecuada de la cosecha hasta la primavera o principios del verano.
Para más información:
Clara Moran-Sakalauskas
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