La Junta realiza en el territorio andaluz controles de trazabilidad de los productos hortofrutícolas para evitar cualquier tipo de irregularidad con respecto a su origen. Los controles se basan en la inspección ocular inicial y en el caso de que haya evidencias de la existencia de producto de terceros países se procede al control de cajas, facturas y albaranes.
En este tipo de inspecciones se controla si se realiza alguna práctica ilegal como el cambio de etiqueta o si no se indica el país de origen en los albaranes y facturas. Los productos más inspeccionados que comercializan empresas almerienses proceden de Marruecos y Senegal, en su mayor parte judías verdes, tomates, melones y sandías.
Desde la delegación de Agricultura informan que el plan para intensificar los controles arrancó en 2019. Ese año se efectuaron 226 intervenciones, en 2020 aumentaron a 267 y en 2021 totalizaron 376. Del total, se interpusieron 50 sanciones sin haber dado a conocer el concepto e importe.
La propia consejera de Agricultura, Carmen Crespo, defendió ayer en el Parlamento andaluz la labor realizada por la inspección. "Solo el 5% de los productos hortofrutícolas que llegan a Europa procedentes de países terceros lo hacen a través del Puesto de Inspección Fronteriza de Almería (PIF)", explicó.
Fuente: ideal.es