¿Tienen los tomates cultivados a campo abierto una mayor diversidad de microbiomas que los tomates cultivados en sustrato? ¿Y contribuye la diversidad de estas bacterias en los tomates a la diversidad en el intestino y, por tanto, a una mejor salud? En resumen: ¿importa el suelo en el que se cultivan los productos? ¿Y afecta esto a la salud humana? Un nuevo estudio piloto pretende dar respuesta a estas preguntas.
Potencial social y económico
Podría haber una conexión entre suelos agrícolas más sanos, la restauración de la biodiversidad agrícola y una mayor resiliencia de la salud humana. El conocimiento de esta relación tiene un gran potencial social y económico. El Instituto Louis Bolk, la Fundación Bac2nature y la Universidad de Maastricht han recibido una subvención de la Fundación sueca Ekhaga para realizar una investigación piloto sobre este tema.
Esta investigación será la primera que estudie la posible relación entre la vitalidad del suelo, el cultivo de alimentos y la salud humana. Esta relación se examinará midiendo qué bacterias del suelo acaban en las personas a través de los tomates que estos consumen. Para ello se está utilizando un modelo gastrointestinal artificial de la Universidad de Maastricht, en el que se comparan las bacterias (microbiomas) de los tomates cultivados en suelo con las de los hidrocultivos. Las preguntas de la investigación son: ¿Tienen los tomates cultivados a campo abierto una mayor diversidad de microorganismos que los cultivados en sustrato? ¿Contribuye la diversidad de bacterias en los tomates a la diversidad en el intestino y, por tanto, a una mejor salud?
El principal objetivo de esta investigación es conseguir que este tema se incluya en las agendas de investigación e inversión de gobiernos y empresas aportando esta primera evidencia conceptual.
Conexión con investigaciones anteriores
La investigación enlaza con publicaciones científicas recientes sobre la investigación del microbioma en manzanas (Wassermann et al.) y fresas (Cybulska et al.) de origen convencional y ecológico. Se descubrió que la diversidad de bacterias y hongos en las manzanas y fresas ecológicas es mayor que en las de cultivo convencional.
Marco van Es, fundador de Bac2nature, afirma que "desde la revolución industrial, cada vez tenemos menos contacto con la gran diversidad de bacterias que se encuentran en la naturaleza. Esto está provocando un empobrecimiento de nuestro microbioma y, por tanto, un mayor riesgo de enfermedades inflamatorias (crónicas). Esto se conoce como la hipótesis de la biodiversidad para la salud. Bac2nature se compromete a impulsar la investigación de soluciones para restablecer el contacto con diversas bacterias de la naturaleza de una manera moderna".
Peter Keijzer, del Instituto Louis Bolk, dice que "este es el primer estudio que investiga la relación directa entre las diferencias en el microbioma del suelo, los alimentos cultivados en él y el efecto que esto puede tener en la salud humana. Este estudio se basa en un estudio bibliográfico realizado por el Instituto Louis Bolk para el Ministerio de Agricultura, Naturaleza y Calidad Alimentaria de los Países Bajos, que llegó a la conclusión de que hay pocas o ninguna prueba clara de dicha relación. El conocimiento de una relación como esta podría ejercer una gran influencia en, por ejemplo, la política gubernamental sobre el suelo, la oferta de mercado de los empresarios agrícolas, los productores de alimentos y los minoristas, pero también podría repercutir en la política sanitaria de los gobiernos y de los proveedores de servicios de salud".
Koen Venema, de la Universidad de Maastricht, explica que "utilizando un modelo validado que emula con exactitud el tracto gastrointestinal, se puede estudiar si los microorganismos presentes en los tomates cultivados a campo abierto o en los cultivados mediante hidroponía que pasan por el intestino sobreviven y pueden interactuar con la microflora del colon; algo crucial para la salud. Se cree que una alta diversidad de microorganismos diferentes ofrece una mejor protección que una baja diversidad. Lo esperable es que los cultivos que crecen a campo abierto contengan más tipos diferentes de bacterias (y quizás hongos) que los cultivos que crecen en un sustrato más estéril. Si podemos influir en la salud de la sociedad de esta manera, por supuesto, sería fantástico".