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Consejos de un agrónomo italiano

Caballones: mejor no subestimarlos

A menudo se subestima la importancia de los caballones en la fruticultura. Hay falsas leyendas sobre la inutilidad de esta práctica de cultivo en un suelo fuertemente drenado. Muchos productores, de hecho, solo adoptan la técnica en suelos que tienden a asfixiarse. La realidad es que, en la mayoría de los casos, no se presta la debida atención a las operaciones previas al trasplante, como la creación de caballones.

Preparación de caballones

Por supuesto, terrenos que no son perfectamente planos dificultan el manejo del cultivo, pero los caballones podrían ser realmente ventajosos en muchos aspectos.

"La realización de caballones siempre es muy recomendable, independientemente del tipo de suelo", comenta el agrónomo italiano Vito Vitelli. "Si por un lado las hojas deben estar bien expuestas para interceptar la luz, por otro lado, las raíces, además de agua y nutrientes, necesitan oxígeno para llevar a cabo sus funciones. Podemos definir el caballón como el pulmón de las raíces: estas, extendiéndose en forma de arco y siguiendo la conformación del caballón, crean una mayor superficie de exposición e intercambio directo con el aire atmosférico, intercambio que en un terreno llano ocurre mucho más lentamente, también debido a la mayor tendencia de este último a compactarse por efecto de la gravedad y la acción batiente de las lluvias".

Los capilares del sistema radicular superficiales desarrollados en un caballón interceptan los recursos (agua y nutrientes) suministrados por el gotero.

"La acentuación del caballón viene dada por el tipo de suelo. Un caballón más acentuado, además del intercambio de gases, favorece el drenaje del exceso de agua, evitando así fenómenos de asfixia por estancamiento. Si trabajamos suelos que sufren estancamiento de agua, es preferible un caballón más alto. Si, por el contrario, el propio suelo es drenante o pedregoso, la subida a realizar puede ser menos pronunciada".

Caballón muy pronunciado

"El caballón permite acelerar el secado y calentamiento del suelo en primavera. La reactivación vegetativa depende mucho de la temperatura del suelo. El caballón permite adelantar el reinicio vegetativo hasta en 10-15 días. Un suelo más caliente también es una ventaja en los meses fríos, puesto que las raíces siguen creciendo y realizando su actividad exploratoria, sobre todo en árboles de hoja perenne como los cítricos, incluso a finales de otoño".

"Ciertamente se prefiere el caballón doble, ya que permite manejar con mayor practicidad la trituración de ramas y el deshierbe por medios mecánicos".

Un caballón doble

"El caballón, combinado con un sistema de riego por goteo, es ideal para permitir el desarrollo de la planta, hasta utilizando agua de riego de mala calidad y alta salinidad. En estos casos se produce un afloramiento de sal por efecto del ascenso capilar del agua, aunque después de las lluvias, las sales penetran en la tierra, desalinizando así las capas más superficiales, donde se concentra la mayor parte de los capilares del sistema radicular. En un terreno llano, sin caballones, como consecuencia de las lluvias, la sal, por lixiviación, se depositaría en los estratos más explorados por las raíces con consecuencias letales para la planta".

Para más información:
Vito Vitelli (agrónomo)
Tel.: +39 339 2511629
vitovitelli.blog.com
AgronomoVitoVitelli/Facebook.com