En noviembre, en la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León (APPACYL) calcularon que para esta campaña 2022, los costes de producción se iban a incrementar en unos 1.400 €/ha, sobre los 6.500 €/ha de coste medio en 2021. No obstante, Eduardo Arroyo, presidente dela asociación en declaraciones a Agrodigital.com señala que han tenido que volver a revisar estos cálculos al alza ya que no pensaban que el coste de la electricidad iba a seguir subiendo, como así ha sido y además, a niveles insospechados.
Por este motivo, ahora estiman un incremento de los costes de producción en torno a los 1.800-2.000 €/ha, correspondiendo la mitad del mismo a la subida del precio de la electricidad. Por tanto, los costes se han incrementado en torno a 4 cts/kg de patata para 2022.
Actualmente, ya hay un elevado porcentaje de contratos firmados, generalmente con unos incrementos de entre 2 y 3 céntimos. Arroyo recomienda que no se firmen contratos por debajo de los 20 céntimos, en el caso de patata de lavado fino y por debajo de 17 céntimos para patata para industria.
En Francia, la situación es similar a la España, en el sentido de la incertidumbre que planea sobre los agricultores. Los costes de la energía les influyen menos que a los patateros españoles, porque tienen menos necesidades de regar, si bien también están teniendo que soportar importantes incrementos en los precios de los medios de producción.
La NEPG, asociación que agrupa a los productores de patata de Alemania, Holanda, Bélgica y Francia, aconseja a sus agricultores que, antes de firmar un contrato, se fijen bien si el precio que les ofrecen cubre sus costes de producción. Insisten en que no se fijen en los costes medios de su zona, sino que calculen sus propios costes de producción para verificarlo. Las industrias patateras del norte y oeste de Europa, con el fin de asegurarse el abastecimiento, están ofreciendo contratos de patata para industria entre 2,45 y 4 céntimos/kg más altos.
Fuente: agrodigital.com