Investigadores de Maine, en Estados Unidos, están dando pasos en su objetivo de crear una patata resistente al clima con la esperanza de mantener la capacidad del estado para producir cosechas de patatas. En Maine, el cambio climático ha repercutido en el crecimiento de estos tubérculos, haciendo que su calidad y volumen disminuyan. Pequeños cambios, como un clima más caluroso, estaciones más largas y más lluvia, han afectado a las cosechas.
"Si queremos que las patatas sigan produciéndose con éxito en Maine, tenemos que ser capaces de producir variedades resistentes al cambio climático", afirma Gregory Porter, profesor de Ecología de Cultivos en la Universidad de Maine.
Maine también ha estado lidiando con el problema creciente de las plagas, que se benefician del cambio climático, lo que supone una amenaza adicional para los productores de patatas y una mayor necesidad de disponer de una variedad de patata resistente al clima.
Actualmente, los investigadores están ensayando la polinización cruzada de patatas con la esperanza de crear una variedad resistente al calor. Pero se trata de un proceso muy largo que suele tardar años en llevarse a cabo, y varios años más en lanzarse oficialmente. Es un proceso diferente al que se necesitaría para modificar genéticamente una patata, y también más largo.
Dados los crecientes efectos secundarios del cambio climático, es vital que los investigadores empiecen a ensayar estos nuevos tipos de cultivos, ya que nuestros cultivos normales tienen dificultades para prosperar en un entorno en constante cambio.
Fuente: onegreenplanet.org