"Nunca he estado tan cansado como hoy, no he dormido desde el viernes", afirma Anthony Oboussier, productor de melocotones, albaricoques, nectarinas y cerezas situado en Drôme, tras tres noches consecutivas de lucha sin cuartel contra las heladas. "Estamos recorriendo los campos toda la noche para encender las velas lo antes posible e intentar limitar el impacto de las heladas. Estamos viviendo una situación inédita, ya que ni mi padre ni yo habíamos experimentado nunca periodos tan largos de temperaturas negativas tan temprano en la temporada".
La situación es más dramática porque se produce al principio del periodo de riesgo. "Estamos utilizando todos nuestros medios de protección, mientras que sobre el papel todavía nos queda más de un mes. Comenzar la protección durante la floración es muy raro. Normalmente, empezamos en la etapa del fruto pequeño. Sabemos que cuanto antes empecemos a proteger nuestros campos, menos eficaces seremos después".
En las 20 hectáreas de campos de frutales de hueso que cultiva EARL Les Chambres, los albaricoqueros son los más afectados en la actualidad: "Tres cuartas partes de los albaricoqueros están en plena floración. En cuanto la temperatura desciende por debajo de -3 °C, las flores se congelan. Desde el viernes, las temperaturas han alcanzado los -6/-7 °C. Anoche conseguimos mantener los huertos a -4,5 °C. Actualmente, ya podemos ver el daño a la producción, aunque todavía no podemos cifrarlos. Sabiendo que cuanto más avancemos en la temporada, más aumentará el umbral de temperatura crítica. Dentro de 2-3 semanas llegaremos a la fase de frutos pequeños, y en esa fase tendremos que proteger nuestros campos en cuanto la temperatura alcance los -1 °C".
Aunque las temperaturas tienden a subir ligeramente, esta noche hay que seguir vigilando ante la previsión de -2, -4 °C: "Hay que seguir alerta ante el riesgo de heladas esta noche". Esperamos que la madre naturaleza sea más clemente durante el resto de la temporada.
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Anthony Oboussier
Esprit Fruité
EARL Les Chambres