A menudo decimos que "las etiquetas hablan", ya que comunican al consumidor detalles sobre las frutas y hortalizas que se compran en los supermercados. Desafortunadamente, desde hace algunas semanas, parecen hallarse cada vez más en silencio.
Gipea, el Grupo Italiano de Fabricantes de Etiquetas Autoadhesivas, miembro de la Asociación Nacional Italiana de la Industria Gráfica (Assografici) y de la Federación Papelera y Gráfica, registrada en el sistema Confindustria, da la voz de alarma sobre el riesgo de la falta de etiquetas que deriva de la crisis logística que afecta a las cadenas de suministro de todos los sectores productivos.
Foto de archivo
"A lo largo del año 2021, los fabricantes de etiquetas han asistido a un progresivo y elevado incremento de los costes de las materias primas, especialmente las basadas en celulosa, acompañado de una situación de escasez de materiales y consecuente aumento de los plazos de entrega. A finales de 2021, los precios subieron aún más debido al aumento de los costes de la luz y del gas", se lee en una nota de Gipea.
A principios de 2022, a los problemas antes mencionados se sumó una situación que puso en serios aprietos a todos los productores de etiquetas autoadhesivas: la huelga prolongada (ver Freshplaza del 11/03/22), desde el mes de enero, en los países escandinavos por parte de los trabajadores de UPM, uno de los mayores productores mundiales de papel y materias primas para el sector de las etiquetas. "Esto ha generado una fuerte escasez en el mercado, creando enormes dificultades para encontrar papeles autoadhesivos y alargando los plazos de entrega, que ahora se miden en el orden de meses".
"El momento actual es paradójico; la demanda es alta y las empresas productoras de etiquetas tendrían una buena carga de trabajo, pero cada vez con más frecuencia no pueden satisfacer las solicitudes de los clientes, por falta de materias primas. Algunas empresas incluso se han visto obligadas a parar la producción", escribe la asociación presidida por Elisabetta Brambilla.
Existe el riesgo de que se bloqueen cadenas de suministro enteras por falta de etiquetas. Si a esta situación no se le puede poner fin en poco tiempo, dos de los principales sectores italianos entrarán en dificultades: los sectores alimentario y farmacéutico.
"La prolongación de este escenario llevará a la falta de etiquetas autoadhesivas, lo que impedirá el envasado y la distribución de muchos productos alimenticios y de medicamentos, puesto que los envases no podrán comercializarse si no tienen la etiqueta de identificación".
El grupo Gipea no puede cambiar la situación por sí solo. Por ello, Gipea ha procedido a través de su asociación con Assografici y la Federación Papelera y Gráfica a dar la voz de alarma en los principales canales de información. Además, la organización ha escrito a las autoridades políticas para pedir soluciones urgentes.
Para más información: Gipea
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