La escasez de contenedores está obstaculizando el suministro de melones de ultramar. "La dificultad reside en conseguir contratar suficientes contenedores", señala Bertus Schipper, de la empresa holandesa Zoutewelle. "Los costes del flete marítimo son extremadamente altos, pero eso nos afecta a todos".
"Actualmente solo importamos melones de Costa Rica, aunque la situación logística en Honduras no es diferente. Además, desde hace varias semanas todos los barcos llegan con un retraso de unos días. En términos de ventas, no es un problema grande que no haya abundancia de melones. Los precios están en un nivel aceptable, lo cual es necesario debido a los altos costes", dice el importador.
"El precio de venta de los melones Cantaloupe está entre 8-8,50 €, los melones Piel de Sapo, que seguimos ofreciendo de Brasil, se venden por 13,50-14 € (10 kg), al igual que los melones amarillos. El precio de las sandías Quetzalí ronda los 85 céntimos, mientras que las sin pepitas tienen un stock algo más limitado y rondan los 0,95-1,00 €", resume Bertus.
Según él, el conflicto en Ucrania tiene un impacto limitado en el mercado del melón. "Echamos de menos a algunos clientes, pero el melón de ultramar no es un gran producto en ese mercado, a diferencia de las peras de Sudáfrica, por ejemplo. Los melones reúnen la calidad adecuada, siempre y cuando los retrasos no sean demasiado grandes, ya que el mayor tiempo de tránsito puede afectar a la calidad".
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Bertus Schipper
Zoutewelle
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