En total, en el Campo de Cartagena hay sembradas 4.000 hectáreas de este tubérculo, casi 2.000 más que el pasado año. De ellas, se iban a recolectar alrededor de 140 millones de kilos, que se venderían, principalmente, en los mercados españoles, según datos de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) del Campo de Cartagena.
Pero la acumulación de agua en los campos y el no haber podido tratar las plagas, ante la imposibilidad de entrar a los cultivos por la acumulación de barro, provocará una reducción considerable de la producción. En esta zona han caído en las últimas semanas 300 litros por metro cuadrado.
"Gran parte de la cosecha se quedará en la tierra" por culpa de la "asfixia radicular", según Salvador Mellinas, agricultor de El Algar.
Los agricultores veían este año que la campaña sería buena, ya que la patata vieja francesa, la que se vende en la mayoría de los lineales mientras no se recoge la española, era escasa y de mala calidad.
Ahora su preocupación, según indicó el presidente de Coag Cartagena, Vicente Carrión, es la llegada de patata de Israel y Egipto, dos países que normalmente vendían su producción en Rusia, pero que, por la guerra de Ucrania, lo harán en Europa.
Fuente: laverdad.es