El coco, el principal producto de exportación tradicional de Sri Lanka, se enfrenta a un colapso inminente si no puede accederse al fertilizante, que tan necesario es. Si esto no ocurre en 2025 a más tardar, Sri Lanka tendrá que importar cocos.
Según Deepal Mathew, profesor emérito de Bioquímica de la Universidad de Colombo, quien es también miembro ejecutivo de la Asociación de Productores de Coco, el próximo año es el año crítico, después del cual ya no tiene sentido suministrar fertilizante. Sin él, los estados productores de Sri Lanka dejarán paso a la forestación, pues el cocotero necesita entre dos y tres años para dar rendimientos tras la aplicación del fertilizante.
Los primeros síntomas serán evidentes en 2023, cuando se espera una merma de producción cercana al 50 por ciento al no haber aplicado fertilizante en el último año, se queja el profesor. En un plazo de tres a cinco años, el cultivo empezará a remitir y ya no habrá vuelta atrás.
El rendimiento en 2022 fue de 3.200 millones de cocos, y se espera que, si no se aporta fertilizante ahora, el cultivo se debilitará y, en 2025, Sri Lanka se verá obligada a importar cocos para el consumo nacional.
Fuente: sundaytimes.lk