La campaña de la sandía y el melón arrancará esta primavera con los primeros cortes en abril en los invernaderos de Almería. Aunque las previsiones de Asaja Almería cifran a la baja el cultivo en esta campaña.
“El desastre de la campaña pasada aún está en el recuerdo de los agricultores. Esta campaña, por las condiciones meteorológicas que estamos teniendo, los precios han sido bastante aceptables y los agricultores están alargando más los cultivos de pepino, calabacín y pimiento para aprovechar sus cotizaciones. Junto a esto están los altos precios de los costes de producción; cuestan más desde las semillas o el agua, a los fertilizantes o la energía. Y precisamente los altos precios de la energía y del gas están provocando que los cultivos de Centroeuropa se retrasen, favoreciendo a las hortalizas españolas”, explica el presidente de Asaja Almería, Antonio Navarro. “En este sentido hay que recordar que los invernaderos de Almería son invernaderos solares capaces de producir en su interior en pleno invierno hortalizas para toda Europa aprovechando solo la energía proveniente del sol”, destaca Antonio.
“Por eso, desde Asaja Almería y según los datos de los que disponemos, estimamos que la reducción de sandía y melón en Almería podría estar en esta campaña en torno al 30% respecto al año pasado”.
“Aunque lo que sí provocará esta situación es que los cultivos y, por tanto, las cosechas estarán más escalonados”, señala Antonio, recordando que el año pasado coincidió la cosecha de un gran volumen de fruta en el segmento medio de la campaña, con un momento en el que la demanda no era la esperada por las temperaturas en el continente, y que supusieron muy bajos precios en origen en un momento crítico de la campaña.
“En cuanto a la fruta sembrada en la provincia en campo abierto, en la zona del levante almeriense donde se cultiva principalmente sandía, tras controlar la situación y ver el ritmo de los trasplantes creemos que la reducción también estará en torno al 25-30%, en esta ocasión por los problemas que están teniendo con el trasvase y la disponibilidad de agua”.
El agua es, de hecho, uno de los factores que este año están sumándose a las preocupaciones en el campo andaluz; tras un invierno que, según los registros disponibles, ha sido el segundo más seco y el cuarto más cálido desde 1961 –el tercero en el siglo XXI–, la Agencia Estatal de Meteorología ha previsto que, a pesar de las lluvias de las últimas semanas y del episodio de frío de inicios de mes, la primavera será igualmente cálida, medio grado por encima de la media, y también más seca al menos en la vertiente atlántica.
Adicionalmente, en el último mes se ha producido un intenso episodio de calima y de falta de luz que retrasará el inicio de campaña y que podría causar pérdidas en aquellas explotaciones que estaban en la fase polinización, ya que las abejas son muy sensibles a la falta de luminosidad, señalan desde Asaja.
Menos melón Cantaloup, Galia y amarillo esta temporada
A pesar del impacto que causó la meteorología a las sandías y melones la campaña pasada –recordemos que el verano fue inusualmente frío y lluvioso en el continente–, el balance final de la campaña española dejó buenos resultados de exportación para las sandías, ya que aumentaron un 10% respecto al 2020 y un 11% respecto a la media de los 5 años previos; sin embargo, estos resultados no acompañaron en origen.
Los datos del "Balance de la campaña 2021 de melón y sandía" publicados el pasado mes de octubre por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación revelaban una caída notable en el precio percibido por los agricultores por su fruta.
De acuerdo con el informe, el precio medio nacional en origen de la sandía negra sin semillas fue un 28% inferior al de 2020 y un 16% menor que la media de los cinco años anteriores.
Con respecto al melón, las exportaciones sí cayeron; concretamente, un 5% respecto al año anterior y un 6% respecto a la media de los últimos 5 años, mientras sus precios medios nacionales en origen experimentaban un desplome que, para el melón Piel de Sapo, se cifró en un 27% respecto a los de 2020 y de un 23% respecto a la media de los 5 años anteriores.
“Desde hace muchos años llevamos denunciando desde Asaja que la fruta del inicio de la campaña española coincide en los lineales con fruta de ultramar. La fruta de Almería, las primeras sandías y melones europeos cada temporada, se cortan en su momento óptimo de maduración y llegan a los consumidores recién cosechadas, en contraposición con la fruta que viene durante días y semanas en contenedores. Además, en Almería se cultivan cada vez más frutas y hortalizas con control biológico; en pimiento rojo ya estamos en el 100%”.
“Una de las consecuencias es que estos productos de ultramar, al coincidir con la fruta de la campaña española, abaratan su precio. Otra es que está influyendo en la propia producción”, indica Antonio Navarro. “De hecho, el melón Cantaloup lleva ya varias campañas perdiendo cuota en la provincia, al igual que el Galia y el amarillo, afectados por la competencia sobre todo de Marruecos. Por eso, los agricultores se están decantando cada vez más por el melón Piel de Sapo, una variedad que, de momento, tiene menos competencia exterior y de la que cada vez se trabajan variedades con calibres más adaptados al mercado europeo”.
Tras comenzar en Almería, la campaña continuará en otras zonas de producción españolas como Murcia, la Comunidad Valenciana o Castilla-La Mancha, desde donde seguirán con atención la evolución en la provincia, ya que dará muchas pistas de cómo se podría desarrollar esta temporada; una temporada tan imprevisible como todas las anteriores, pero en la que los acontecimientos excepcionales que están acompañando la actualidad, desde la aparición de una pandemia hace ya dos años a la invasión rusa de Ucrania –y que parecen haber saltado a la realidad desde los márgenes de los relatos–, hacen que esta palabra, "imprevisibilidad", adquiera, si cabe, aún un mayor significado.
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