Proyectos que podrían parecer sacados de la ciencia ficción, como los huertos voladores o los invernaderos flotantes, están más cerca de la realidad de lo que nos imaginaríamos.
A través del proyecto Aeroponic 2100, la firma Mcheileh Studio, de Nueva York, propone construir huertos aeropónicos en dirigibles para que sobrevuelen pueblos, ciudades y espacios residenciales, e incluso zonas alejadas de los núcleos urbanos, distribuyendo alimentos.
Los cultivos aeropónicos –e hidropónicos–, distribuidos en plataformas apiladas verticalmente dentro de los aerostatos autopropulsados, utilizarán agua de lluvia recogida en el armazón exterior de las aeronaves y filtrada, así como agua recogida de los mares y desalinizada, según MS.
Estos dirigibles o huertos voladores ayudarían a eliminar la necesidad de transportar alimentos a largas distancias mediante transportes que generan altas emisiones de carbono y permitirían liberar tierras ahora utilizadas para la agricultura y que se van degradando por el uso de pesticidas, detalla la empresa.
Su funcionamiento no produciría contaminación y además ofrecería una solución para llevar los alimentos “de la huerta a la mesa” a una escala masiva, según MS. Las aeronaves se desplazarían propulsadas por energía solar y eólica y estarían diseñadas para viajar a cualquier parte del mundo.
Por su parte, el estudio N-ARK, en Hamamatsu (Japón), desarrolla una arquitectura innovadora centrada en resolver los problemas sociales derivados de los impactos medioambientales, como el aumento del nivel del mar y la salinidad de los suelos costeros a raíz de las inundaciones.
Su propuesta arquitectónica para “la crisis climática que amenaza la vida en la tierra” consiste en desarrollar un innovador método de agricultura basada en el agua de mar: los huertos flotantes.
N-ARK desarrolla un prototipo de huerto flotante ‘resistente a la sal’ que combinará los cultivos en invernadero, con un método de ‘agricultura salina’ que utiliza el agua de mar como fuente directa de nutrientes para los vegetales.
Cada huerto del proyecto Green Ocean contará con dos espacios verdes diferenciados destinados al cultivo de vegetales: uno a nivel del mar y el otro subacuático.
"Este proyecto permitirá cultivar hortalizas que utilicen el agua de mar como fuente de nutrientes, mejorará el entorno submarino cultivando algas que absorben CO₂ favoreciendo el crecimiento de plancton, y permitirá entregar verduras frescas con rapidez a los restaurantes de zonas costeras como Nueva York", según explican a EFE desde N-ARK.
Fuente: vanguardia.com.mx