El sector de los frutos rojos es una de los sectores agroalimentarios onubenses que ha sufrido el impacto, aunque indirecto, de la guerra. Ni Rusia ni Ucrania son mercados donde lleguen las fresas de Huelva, aunque no es así para las fresas griegas o turcas, que ahora buscan clientes en Alemania, donde compiten directamente con las onubenses.
La delicada situación internacional también incide en la problemática del precio en origen de los productos que ya perseguía al sector, recordemos, desde antes del conflicto. Este incremento de costes de todo tipo esta campaña –según Asaja, del 20% en las semillas, 150% en abonos y productos fitosanitarios, 33% en el agua, 46% en plásticos y derivados que demás tienen fecha de caducidad por la ley de envasado, más del 80% en los combustibles y un 270% de la energía eléctrica–, más las consecuencias de la sequía, no se ven reflejados en el precio que los productores perciben, aunque los consumidores sí estén padeciendo un fuerte aumento de los precios en los supermercados, en general, por todos los productos agroalimentarios.
Los productores consideran “difícil saber hasta qué punto la invasión rusa a Ucrania es responsable de la situación. Obviamente, hay un incremento del coste que es achacable a la guerra, como el relativo a los costes de los piensos y los derivados del petróleo, afectados por las sanciones impuestas a Rusia”. No obstante, la mayor parte de las dificultades son anteriores al conflicto bélico, subrayan.
Fuente: diariodesevilla.es