En el primer trimestre del año se colocaron en Paraguay algo más de 4.700 toneladas de manzanas, un 8% más que las 4.300 toneladas consolidadas en el período enero-marzo 2021.
De esta manera, con los datos oficiales sobre la mesa, el país pasó, por primera vez en la larga historia del Valle de Río Negro y Neuquén, a ser el principal destino de las exportaciones argentinas quitando el liderazgo de los últimos años a Brasil y, un poco más atrás en el tiempo, a la Unión Europea. Allí se destinó cerca del 30% de las poco más de 16.100 toneladas exportadas por Argentina –que reflejan una caída del orden del 20% en relación con el mismo período del año pasado–, pero en valor solo representaron el 16%.
Más concretamente, Paraguay, Brasil y Bolivia concentraron en este primer trimestre del año más del 70% de las colocaciones externas de este producto.
Hace solo dos décadas, los embarques de manzana argentinas al exterior –tomando como referencia el primer trimestre de 2002– totalizaron cerca de 61.700 toneladas, tres veces más de lo que reflejan los volúmenes actuales. En ese entonces, las colocaciones de manzana en los mercados de Europa llegaban a las 39.000 toneladas representando el 63% del total de las colocaciones externas, mientras que Paraguay, en aquel momento, importaba poco más de 2.000 toneladas de manzanas argentinas, un 3% de las ventas al exterior.
Los valores logrados por la manzana argentina en Europa, en muchos casos, más que duplican los precios conseguidos en los países latinoamericanos. Por lo tanto, la fruticultura regional perdió no solo volumen de exportación en estas últimas dos décadas sino también cantidad de ingresos.
De hecho, si las exportaciones del primer trimestre de 2002 (en volumen y países de destino) se hubiesen mantenido en este primer trimestre de 2022, los ingresos al sector frutícola deberían haber sido del orden de los 52 millones de dólares. Los números oficiales detallan que no llegan en esta primera parte del año a los 10 millones de dólares, un quinto del potencial existente en 2002. Este bajo valor de divisas en definitiva muestra como cayó la principal actividad de esta economía regional en los últimos 20 años.
Fuente: rionegro.com.ar