En una popular plataforma digital de compraventa de productos, pueden encontrarse anuncios de campos de naranjos en la Comunidad Valenciana por hasta 5.000 euros. Más allá de lo atractivos que podrían parecer estos precios de fincas agrícolas productivas, invitan a pensar que existen dificultades para encontrar compradores y, de hecho, son el reflejo de los problemas que enfrenta la citricultura valenciana, tradicionalmente minifundista.
“Los agricultores son personas mayores, van muriendo y sus hijos, en muchas ocasiones, se ven obligados a vender los campos ante la imposibilidad de mantenerlos, ni de pagar a alguien para que lo haga”, explican desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA).
El problema, además, es que hay mucha más oferta que demanda de terrenos con estas características. “Las pequeñas parcelas –que son la mayoría en el territorio de la Comunidad– cuestan mucho de vender. Los fondos de inversión y los grandes comercios compran superficies, pero buscan terrenos que sean mucho más grandes, puesto que son mucho más rentables”.
Otro problema añadido es el precio de la superficie. Según la última Encuesta de Precios de la Tierra elaborada por el Ministerio de Agricultura, en la actualidad el precio de una hectárea de cultivo de cítricos es de 36.685 euros, la mitad que en el año 2006 cuando, en plena “burbuja” de precios del suelo, el valor era de 75.290 euros.
Sumado a ello, la rentabilidad de este tipo de actividad es cada vez menor. AVA-ASAJA advierte del estancamiento de los precios medios en origen, mientras los costes de producción siguen escalando.
Según los datos del estudio La citricultura valenciana, la evolución de sus costes de producción e insumos que los determinan publicado por María Ángeles Fernández-Zamudio, del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), los gastos totales que acarrea la producción en una hectárea de naranja ascienden a 6.826 euros, lo que supone un incremento del 70% de 1992 a 2020, y del 15% durante la última década. En el caso de la mandarina, el coste por hectárea alcanza los 7.589 euros, un 69% más respecto a 1992 y un 16% más que en 2010. El limón en concreto es la especie citrícola que más incrementa sus costes (6.890 euros por hectárea): un 74% en 30 años y un 25% en 10 años.
Fuente: larazon.es