El pasado mes de febrero, Costa Rica e Israel firmaron un acuerdo bilateral que habilitaba a las plantas de varias zonas del país (excluyendo a la Atlántica) para enviar cargamentos de piña fresca. Sin embargo, hasta el momento no se ha realizado ningún envío puesto que aún faltan algunos requerimientos incluidos en el acuerdo, aunque la expectativa es hacerlo en la segunda mitad del año. “Si todo sale como lo esperado, las empresas podrían cumplir con los requerimientos y empezar a exportar entre agosto o setiembre de este año”, precisó Erick Cedeño, del departamento de Certificación Fitosanitaria del Servicio Fitosanitario de Costa Rica (SFE).
Israel no es un mercado nuevo para el sector agrícola exportador. Según datos de Procomer, ese país es el segundo mercado de exportación para Costa Rica en el Medio Oriente, al cual en 2021 se realizaron exportaciones por un total de $11 millones (el 96% correspondientes al sector agroalimentario).
De hecho, un reciente estudio de la Promotora sobre el mercado israelí señala que Costa Rica mantiene un alto posicionamiento, lo que podría ser aprovechado por los exportadores de piña fresca. De acuerdo con la investigación, el mercado israelí se caracteriza por una limitada producción local (5.000 toneladas en el 2021) y una alta concentración de las importaciones (73%) en un único proveedor que es República Dominicana. Debido a la poca oferta de esta fruta en el mercado, aunado al alto nivel de intermediación, el precio al consumidor es elevado ($11 por kilogramo en promedio). No obstante, como señala el propio estudio, uno de los principales retos para los piñeros es la limitada oferta logística para el envío de la fruta por vía marítima.
El estudio explica que aunque existen opciones de conexiones o puertos de trasbordo, los tiempos en tránsito de la fruta aumentan significativamente. Por ejemplo, la conexión desde Algeciras (España) a Israel no es inmediata y puede demorar siete u ocho días más el tiempo de tránsito; esto tendría un costo de almacenaje diario de hasta $142; también está la posibilidad de usar conexiones en otras partes de Europa, pero existe un alto riesgo de que el contenedor no logre la conexión.
Por ello, la vía aérea resulta muy atractiva. “A pesar del mayor costo (de la vía aérea), no representa una novedad para los importadores, dado que es el medio utilizado por el proveedor actual (República Dominicana) y no hay mayor diferencia en costos entre ambos países”, destacó el estudio de Procomer.
Fuente: nacion.com