"Continúa la campaña de uva de mesa que comenzó con una semana de retraso. Las variedades Victoria y Black Magic, cuyos racimos son homogéneos y con un alto valor Brix, se venden con buenos resultados. Gracias al cultivo protegido, los rendimientos y volúmenes son constantes y están dentro de la media, en comparación con la campaña 2021. Por lo tanto, podemos satisfacer los contratos con las cadenas de supermercados italianas y extranjeras, pero aún más las exigencias de los consumidores con respecto al sabor y las propiedades saludables de la fruta", dice Sammy Fisicaro, gerente comercial de la empresa siciliana Colleroni.
Sammy Fisicaro, Davide Ventura y Mimmo Fisicaro
La empresa, ubicada en la provincia de Sirucusa, fue fundada a principios de los años noventa y está especializada en la comercialización de las mejores frutas sicilianas. El amplio surtido abarca desde los cítricos hasta las sandías y desde las uvas de mesa Mazzarrone y las granadas hasta los limones IGP de Siracusa.
El calendario de uvas arranca con la variedad blanca Victoria y la uva negra Black Magic, que, de mayo a agosto, prometen un gran éxito en el mercado, puesto que, al menos hasta mediados de julio, a excepción de la región de Apulia, no llegan uvas de otros orígenes.
El cuidado de las producciones, desde la semilla hasta la elección del terreno, los métodos de cultivo, la cosecha, el control de calidad de las materias primas certificadas, el envasado y el envío son procesos en constantemente seguimiento. La marca Colleroni invierte mucho en I+D+i y, al mismo tiempo, respeta la mejor tradición agrícola en la producción de frutas.
"Las parcelas de fruta se supervisan y controlan constantemente, por lo que, aunque el sector hortofrutícola ha cambiado mucho a lo largo de los años, la observación precisa de la fruta sigue siendo nuestro punto fuerte, que no se puede reemplazar con compras a golpe de correo electrónico y fotos por WhatsApp. Soy de la opinión de que lo que paga y nunca cambia es la calidad, pero esta hay que construirla en el campo", explica Sammy Fisicaro.
Sammy Fisicaro
"Hoy en día, las zonas especializadas en la producción de uva se orientan hacia variedades tempranas sin semillas. El mercado, ciertamente, también las requiere por sus características gustativas. A nivel productivo, se trata de variedades resistentes a enfermedades vegetales y el estrés climático, cada vez más frecuente, y que, por tanto, no requieren intervenciones agronómicas particulares en las delicadas fases productivas. En julio llegará la primera cosecha de uvas sin semillas, cultivadas en 50 hectáreas en la zona de Mazzarrone. Somos conscientes de que tenemos que relacionarnos con profesionales y pagar bien a los productores, de lo contrario no podrán mantener un alto nivel de calidad".
Paolo Raudino
"Ante la caída del consumo y el precio de la fruta que pesan sobre la cesta de la compra en tiempos de crisis, es necesario entender cuáles son los determinantes que hacen que suban los precios. Solo por poner un ejemplo: ¿cómo es posible que las cerezas cuesten mucho en la tienda, cuando los productores reciben poco dinero por su cosecha? Esta pregunta puede extenderse a varias cadenas productivas, que luchan por conseguir márgenes de beneficio aceptables".
"Los precios de las uvas se posicionan en los lineales en el promedio de los años anteriores, mientras que los costes de producción han aumentado. Las sandías, en cambio, en comparación con el año pasado, tienen precios incluso un 30% más altos, gracias a la elección deliberada de planificar volúmenes más bajos para proteger los márgenes de beneficio. En algunos casos, las cadenas de supermercados reconocen el aumento en los precios de las materias primas, pero con moderación, considerando que allí también ha afectado el aumento de los costes energéticos y de la logística", concluye Sammy Fisicaro.
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