Hasta octubre en Asturias se estarán cosechando arándanos, un fruto rojo que ha ido ganando un terreno cada vez mayor en el Principado y que durante el verano y parte del otoño muchos productores comercializan con la etiqueta 'Alimentos del Paraíso'. La campaña ha empezado con buenas perspectivas, con cantidad y calidad entre las variedades tempranas; aunque, como ocurre en muchas otras producciones agrícolas, con la preocupación de disponer de mano de obra suficiente para la recolección.
"Es un problema de siempre, no es nuevo y ahí está. Nosotros buscamos gente en Huelva. Temporeros que traemos a recoger expresamente nuestro arándano", explica Marcos Villar, uno de los cuatro socios de la empresa asturiana Agroberries.
Villar admite que el problema viene de lejos pero que, si bien la falta de trabajadores es un problema generalizado en muchos sectores –hostelería, sanitario, bienestar social–, en el caso concreto de la recogida del arándano no es fácil corregirlo. "Es una labor muy estacional y tiene muchas particularidades. La campaña del arándano puede empezar con un mes fuerte para recoger, luego el siguiente para y no hay nada y, al final, el más tardío, vuelve a ser fuerte. Es algo que sucede siempre y es así".
La competencia está en el este de Europa
El sector del arándano asturiano, aunque ya consolidado, tiene aún otros retos por delante; y entre ellos, el de hacer frente a la fuerte competencia del producto importado, sobre todo, de países del Este. "El problema actual es que se ha pasado de tener un producto aislado, casi delicatessen, a figurar entre los más demandados. Se abrió por tanto el mercado, pero esto ha venido acompañado de más exigencia y, por supuesto, más competencia", describe Juan Antonio Lázaro, gerente del grupo de desarrollo rural del Bajo Nalón.
"En Polonia, Rumanía, producen mucho y barato. Además, disponen de una buena logística que en dos días como máximo te colocan el producto en las lonjas de aquí".
Fuente: lne.es