En la campaña 2022/2023 entrarán en producción las 700 hectáreas nuevas de plantaciones de mangos ubicadas en el valle de Olmos (Lambayeque) instaladas hace algunos años por tres grandes empresas del sector.
Después de Piura, Lambayeque es la segunda zona de mayor producción de mango en Perú, que se ha posicionado como el tercer mayor exportador de la fruta en los últimos años; solo en la campaña 2020-2021 los envíos ascendieron a 232.683 toneladas. Además, según registros del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), había más de 3.100 productores de la agricultura familiar de mango orgánico en Lambayeque, que se ubican en las zonas de Motupe, Olmos, Jayanca y Proyecto de Irrigación Olmos.
En busca de fertilizantes
La etapa de la floración ya está próxima, siendo la fase idónea para la aplicación de fertilizantes que aseguren la calidad y el tamaño adecuado para la fruta de la próxima campaña, que inicia en noviembre, por lo que preocupa su escasez y los altos costos de todos los insumos en estos momentos.
“Es seguro que tendremos un impacto en la producción, pero aún no tenemos una cifra estimada, lo sabremos en noviembre”, señala Juan Carlos Rivera, gerente general de la Asociación Peruana de Productores y Exportadores de Mango (APEM). Los reportes que el gremio tiene a la fecha revelan que los productores –sobre todo de Piura–- están dispuestos a no aplicar fertilizantes o reducir la cantidad que usarán.
Y es que en la cadena de producción del mango peruano, el 70% del volumen producido está en manos de pequeños y medianos agricultores, a quienes se les ha hecho más complicado costear el alto precio de la urea. Según el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), de los 5.780 pequeños productores que están integrados a la cadena de exportación del mango, el 80% posee menos de cinco hectáreas.
Fuente: gestion.pe / agraria.pe