La patata no está bien adaptada a las temperaturas extremas o a las inundaciones derivadas del cambio climático. Por ese motivo, los científicos vegetales están obteniendo "superpatatas" capaces de soportar condiciones medioambientales más rigurosas.
Hoy por hoy, la patata es el cuarto cultivo alimentario más producido en todo el mundo, después del arroz, el maíz y el trigo. Sin embargo, sigue siendo vulnerable a las inundaciones y al estrés térmico, condiciones que no está preparada para soportar en su lugar de origen en las alturas, los Andes. Ahora que la contaminación está cambiando drásticamente el clima de Europa, la patata tiene que hacer frente a estos dos némesis con cada vez mayor regularidad.
"Algunas patatas son bastante tolerantes al estrés por sequía, pero todas tienen grandes problemas con el calor y las inundaciones", dice el Dr. Markus Teige, científico vegetal en la Universidad de Viena, que dirige el proyecto ADAPT. Este proyecto desarrolla nuevas estrategias para garantizar que la productividad del cultivo de patata se mantenga estable en las condiciones de crecimiento del futuro.
El proyecto ADAPT agrupa a cuatro obtentores de patatas y diez instituciones de investigación para investigar cómo resisten el estrés algunas patatas. "Queremos entender la aclimatación al estrés a nivel molecular", indica el Dr. Teige. "Con el fin de desarrollar marcadores para la obtención de patatas tolerantes al estrés".
Fuente: phys.org