Hablar de piña es hacerlo de Costa Rica. El país se ha posicionado como líder absoluto en la exportación de esta fruta, movilizando a nivel mundial casi 5 veces más de volumen que el siguiente mayor exportador, Filipinas –de acuerdo con cifras de 2020 compartidas por el portal estadístico de la FAO–, gracias a una industria que ha logrado unas elevadas cotas de especialización en este cultivo y que cuenta con el apoyo de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP), que recientemente ha logrado un nuevo hito en sostenibilidad.
CANAPEP fue constituida en marzo del año 2003 con el objetivo de agrupar a los productores y exportadores de piña de todo el país y de servir como instrumento para contribuir e impulsar la mejora continuada de la industria. En junio de 2006, se creó la Comisión Socioambiental para la Producción Sostenible de la Piña (COSAP) por iniciativa de la Junta Directiva de la Cámara, con la finalidad de fortalecer el tema ambiental y social de productores y exportadores de piña de las empresas afiliadas; COSAP es un organismo multidisciplinario, integrado por representantes de ministerios, sector académico, cámaras afines y empresarios de CANAPEP. Asimismo, CANAPEP como Organismo de Inspección (CANAPEP-OI) recibió la acreditación el 24 de marzo del 2020 por parte de ECA (Ente Costarricense de Acreditación) conforme con la Norma INTE-ISO/IEC 17020:2012.
En junio de 2008, la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña materializó su propósito con la publicación del Manual Técnico para la Producción Sostenible de la Piña (MT-PSP); una herramienta de cumplimiento con las buenas prácticas de producción sostenible de piña para todos sus asociados –juntos aglutinan cerca del 85% de la superficie de producción de piña del país–, que contempla 5 áreas en la producción: el control ambiental, la responsabilidad social, la salud ocupacional, la capacitación del personal y el control operativo.
La idoneidad de este manual en continua evaluación y adaptación a las nuevas normativas internacionales no solo ha ayudado a fortalecer al sector piñero del país, sino que ha demostrado estar alineado con 11 (un 65%) de los 17 objetivos globales descritos por la ONU en 2015 en su llamamiento universal a la acción para erradicar la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas de todos sus habitantes, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Concretamente, el manual está alineado con 11 de los 17 ODS de la ONU”, destaca Abel Chaves, presidente de CANAPEP, “y con altos niveles de contribución”; de hecho, 8 de los ODS se cumplen con un porcentaje superior al 80% y 5 de ellos con el 100%. Este alineamiento que realiza CANAPEP de su Manual Técnico con los 17 ODS de la ONU la convierte en la primera cámara agrícola del país en realizar este tipo de alineamiento, lo cual va en beneficio de todos sus afiliados.
“Estamos alineados con el objetivo 1 de poner fin a la pobreza; el 2 de hambre cero; el 3 de salud y bienestar; el 4 de garantizar una educación de calidad; el 5 de lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas; el 6 de agua limpia y saneamientos; el 8 de trabajo decente y crecimiento económico; el 11 de lograr que las ciudades y comunidades sean sostenibles; el 12 de producción y consumo responsable; el 15 de proteger, restablecer y promover la vida de los ecosistemas terrestres, y el objetivo 16 de promover la paz, facilitar la justicia y construir instituciones solidarias”.
Lic. Abel Chaves.
“Aunque muchos de nuestros asociados están alineados con el resto de los ODS con acciones que llevan a cabo por la sostenibilidad que no están incluidas en nuestro manual como requisitos que se deben cumplir. Por ejemplo, el Objetivo de garantizar el acceso a energía no contaminante lo cumplen las compañías que tienen instalados paneles solares en sus plantas de proceso; y con la agricultura de precisión, recordemos que la actividad de la piña sigue siendo líder en la adopción de tecnología agrícola, se consigue luchar por el cambio climático”, explica Abel. “Sin embargo, hay agricultores pequeños que no pueden realizar inversiones de este tipo y no podemos castigarlos con las normas del manual”.
“Por otro lado, cumplimos una gran labor social. Nuestra industria genera 28.000 empleos directos en el país y 112.000 indirectos en las zonas rurales, donde las posibilidades de empleo disminuyen, reduciendo así la desigualdad”, subraya Abel Chaves, “e incluso tenemos repercusión en los mares”. Y es que el manual de cumplimiento elaborado por CANAPEP regula el establecimiento de mecanismos para tratar de forma adecuada las aguas residuales generadas en las operaciones que una vez vertidas, a través del propio ciclo natural del agua, llegan finalmente a los mares.
“Con respecto al objetivo 17 de fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible, estamos completando el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) de la Piña en Costa Rica, que esperamos concluir en un plazo de 6-7 meses, de manera que de las 14 huellas posibles vamos a matricularnos en las 4 en las que estemos mejor cimentados y les daremos a las empresas afiliadas a CANAPEP la posibilidad de contar en sus marcas con un sello que acredite su impacto en el medio ambiente”, adelanta el presidente de CANAPEP.
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