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Cómo optimizar las tecnologías de postcosecha en arándano frente a los mayores desafíos logísticos

La logística marítima mundial lleva ya muchos meses sumida en una crisis que, según proyecciones de la industria, se extenderá por lo menos hasta fines del 2022. La falta de contenedores y el aumento de los tiempos de tránsito han dejado su impacto inevitable este año en las exportaciones de frutas frescas –y perecederas, recordemos–, como los arándanos, que en Chile se han enfrentado a tiempos de traslado en barco que han pasado de 48 días (en el mejor de los casos) hasta 60; periodo cercano si no mayor a la vida postcosecha del arándano.

Ante el aumento del tiempo de traslado, se vuelve fundamental el revisar la cadena productiva del arándano para prevenir la disminución de la rentabilidad de los cultivos por la pérdida de calidad y condición del fruto exportado. Y acerca de ello habló Bruno Defilippi, doctor e ingeniero agrónomo, en su charla “Cómo optimizar las tecnologías de postcosecha frente a los mayores desafíos logísticos” en el Seminario Internacional de Blueberries Trujillo Perú 2022, invitado por la empresa organizadora Blueberries Consulting.

Para el investigador y director del Centro La Platina del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), la mejor estrategia de postcosecha para afrontar este desafiante escenario está dividido en tres partes, siendo la más importante el uso de frío, seguido por las tecnologías complementarias como la atmósfera modificada o controlada, y finalmente las tecnologías de apoyos, como las bolsas microperforadas, el uso de dióxido de azufre, ozono, fungicidas, entre otras medidas. Todas estás tecnologías están pensadas para disminuir el metabolismo de la fruta, y por tanto, retrasar su maduración.

Defilippi subrayó asimismo que el uso de tecnología postcosecha tiene bajo o nulo efecto en la vida del arándano si el berry se cosecha con un grado de madurez inadecuado. Para elegir el momento óptimo de cosecha, recomienda utilizar el índice de cosecha basado en pulpa, para así evitar la inversión en tecnología que se vuelve inútil y el mayor riesgo de pudrición durante el viaje. 

Tras elegir el momento ideal para cosechar el arándano, el foco deben ser los tiempos. “Donde pueden hacer bastante el exportador y el productor peruano es optimizando el momento entre cosecha y consolidación ¿Qué significa eso? Que al momento de enfrentar una cosecha, haga todo lo posible para llegar lo más pronto a un contenedor donde implementen la tecnología. Porque una vez que la fruta sube al contenedor, el negocio ya no depende de ellos”, explicó el agrónomo en entrevista con Blueberries TV

 

Fuente: blueberriesconsulting.com

Fecha de publicación: