Oliver Huesmann, de Fruitconsulting Ltd., es un consultor del sector hortofrutícola centrado en España, América del Sur, Alemania, Austria y Asia. Él y su equipo están preparando actualmente una misión con productores españoles para minoristas, importadores y políticos en Tailandia, con el fin de presentar los productos españoles en ese país. Esta misión también participará en una de las ferias dedicadas a la fruta más importantes para Asia, Asia Fruit Logistica, que tendrá lugar en Bangkok. Huesmann también es consultor de Sanllo, además de otras empresas productoras de O&G. Huesmann ha hablado con nosotros sobre los acontecimientos que ha observado en algunos países asiáticos en los últimos tres meses.
Potencial de las cerezas y manzanas alemanas en Tailandia
Bangkok, según Huesmann, en ocasiones es más interesante para el transporte de mercancías al suroeste de China que los puertos de Ningbo-Zhoushan, Shenzhen o Shanghái debido a la distancia. "Desde Bangkok, es un poco más fácil de ir de A a B, porque la infraestructura de Bangkok está muy bien desarrollada. Tailandia también debería ser un mercado interesante para las cerezas y manzanas alemanas. Al fin y al cabo, Tailandia es uno de los países donde no hay zonas frías y, por lo tanto, no se pueden cultivar productos que requieran frío, como hortalizas de invierno, pomáceas o frutas de hueso".
Además, Tailandia se ha convertido en uno de los países más liberales de la región en términos de libertad de viaje desde la pandemia, especialmente para los empresarios, continúa Huesmann, lo que atrae a muchos expatriados en particular. "Mientras que China y Hong Kong están bloqueados debido a la COVID-19. Por lo tanto, además de los muchos turistas, muchos comerciantes y expatriados ahora están poniendo la vista en Bangkok", indica. Esto también aumenta la demanda de productos importados.
"En cuanto a los productores alemanes, por el momento no está prevista una misión de este tipo. Pero se podría considerar, porque también veo mucho potencial para que los productores alemanes vendan frutas y hortalizas en Tailandia. Allí se ofrece un servicio de logística rápido". Para obtener una visión completa, Huesmann visitó MSC y empresas locales de logística en Bangkok, entre otras, para echar un vistazo a las cadenas de frío del país.
Productos alemanes en Asia
También conoce una importante cadena retail de Alemania que en algunas de sus tiendas ya está vendiendo naranjas de España a Asia como productos de alta gama, mientras que un importante discounter alemán está abriendo cada vez más tiendas en China. "Las hortalizas no son un éxito de ventas en Asia, pero la fruta es muy apreciada en la mayoría de los países asiáticos, y a menudo se compra como un regalo y no solo como alimento. Básicamente, hay mucho interés en cualquier cosa de Europa porque la seguridad alimentaria es mayor que en algunos países asiáticos. Un kilogramo de naranjas de Europa se vende por el equivalente a 4,00 euros en China, mientras que un kilogramo del mismo producto nacional se vende por 0,20 euros".
La nueva ley de la cadena de suministro también traerá nuevos desafíos, advierte, ya que las empresas de logística pueden no ser capaces de implementar algunas cosas. "El mercado asiático también es interesante para compartir conocimientos, como para empresas de envasado, empresas de logística refrigerada, etc. Todavía hay mercados en Asia que necesitan esta información y esta ayuda porque carecen de los transitarios para hacerlo".
El gigantesco y creciente mercado de Asia
"Los mercados asiáticos están creciendo enormemente. Al final de cuentas no importa si crecen el 2 o el 8 por ciento porque no seríamos capaces de suministrarles las cantidades necesarias de todos modos. Incluso un crecimiento del 2 por ciento, con 1.400 millones de personas, significa que no podríamos producir suficiente en absoluto. Tenemos que diversificarnos en Alemania y Europa hasta tal punto que podamos producir y comerciar en condiciones globales y con un presupuesto adecuado de CO2. Tenemos que encajar globalmente de alguna manera. Por el contrario, el mercado europeo no es necesariamente interesante para la mayoría de las frutas y hortalizas asiáticas frescas, porque este mercado ya no está creciendo".
"Incluso antes de 2020, casi toda nuestra operación estaba optimizada. Pero tan pronto como ocurre un error, el sistema colapsa porque solo trabajamos con márgenes bajos y justo a tiempo. Tan pronto como un engranaje no funciona, las cosas simplemente se tensan en algunos lugares". Además, algunas cadenas habían tenido caídas de ventas de hasta un 30 por ciento en frutas y hortalizas, lo que complicó aún más la situación.
"Aparte de Elba Obst, la mayoría de las empresas alemanas con capacidad de exportación todavía están profundamente dormidas. La gente no es consciente de que hay un gran mercado en Asia, y que el mercado alemán se está volviendo cada vez menos interesante. No tiene espacio, ni márgenes, ni más dinero para garantizar una cadena de suministro sostenible e interesante".
Cooperación entre Sanllo y Vietnam
"Entre otras, me ocupo de la empresa Sanllo, que también está representada en Malasia, Singapur, China, Canadá y en los Estados Unidos. Para ello, estuve en el delta del Mekong en Vietnam, donde estamos trabajando en la importación de pomelos de pula rosa, pitahayas y limas. Estamos tratando principalmente de organizar la cooperación entre los productores vietnamitas y la sucursal de Sanllo en Alemania", dice Huesmann.
Sin embargo, todavía existen problemas con respecto a las conexiones marítimas fiables desde Vietnam. "Es particularmente importante que los retailers puedan recibir suministros regulares. Porque no están interesados en recibir tres contenedores esta semana y luego ninguno la semana siguiente, sino en recibir un contenedor cada semana o la misma cantidad constante en un cierto período de tiempo. Pero eso no es posible en este momento", apunta Huesmann.
Fomento de la confianza en los productos
Sin embargo, lo que hay que hacer es empezar a dar a conocer mejor a Vietnam en Alemania, para poder crear confianza. "Las certificaciones no son un problema en sí mismas. Lo que falta es confianza en los productos vietnamitas. En Alemania, se han establecido algunas start-ups que ofrecen comida callejera vietnamita, lo que hará que la comida sea más conocida en este país. Además, también sería conveniente contar con la participación de representantes de las cámaras de comercio para introducir los pomelos, por ejemplo. Al fin y al cabo, estos productos tienen una larga vida útil y se pueden mantener en el refrigerador durante varios meses".
La falta de conocimiento del mercado impide la expansión
En resumen, puede decirse que las certificaciones no son el problema, sino más bien la cuestión de cómo pueden enviarse las mercancías a Alemania, cuál es la situación con respecto a la seguridad del suministro y la mejora del conocimiento del mercado local. "La gente es muy abierta, pero como los productores se mueven principalmente en su propio país, simplemente no llegan a ver lo que está pasando en Rungis, por ejemplo, o en cadenas como Metro, EDEKA y similares. Sería bueno ponerlos en una posición en que puedan hacerlo". Según Huesmann, más del 80 por ciento de los productores vietnamitas producen para el mercado nacional, países vecinos directos o China. "Por supuesto, eso es mucha dependencia, lo que se traduce en ceguera del mercado".
Singapur requiere importar el cien por cien de su comida
Singapur tiene un requisito de importación del cien por cien, lo que, por supuesto, lo convierte en un mercado interesante. También lo hace Hong Kong. "La India tiene una población de poco menos de 1.400 millones de personas, una gran proporción de las cuales son pobres. Alrededor de 300 millones son, a su vez, extremadamente ricas. Al mismo tiempo, estas son las que, en algunos casos, pagan 13-17 euros por fruta por la que pagamos solo 3-4 euros en este país. Cada año más personas están ganando riqueza".
Con el aumento del volumen y la mejora de la logística, los precios también caerían en consecuencia, ya que se podría producir más y la logística podría gestionarse en condiciones mucho más favorables. "En las próximas dos décadas, alrededor de dos tercios de la clase media mundial se encontrarán en Asia. Debemos ser conscientes de que aquí es donde los precios continuarán formándose y donde se determinarán las compras", finaliza Huesmann.
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Oliver Huesmann
FRUITCONSULTING ltd.
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