Cartagena es una de las grandes zonas de producción de patata temprana del sur peninsular. La campaña de este año ya ha concluido, aunque ha dejado un sabor agridulce tanto a productores como a operadores.
Y es que la meteorología en la época de siembra -con un insólito periodo de lluvias ininterrumpidas- y sus consecuencias (entre ellas los brotes de mildiu o el encharcamiento de las parcelas) han sido determinantes para los rendimientos, que con entre 25 y 35 toneladas por hectárea han estado muy por debajo de la media respecto a años anteriores.
Pero si esa ha sido la parte agria de la campaña 2022, la parte dulce ha correspondido a los precios, que se han mantenido altos durante toda la campaña de arranques, superando incluso los 0,45 €/kg.
Interagro de Patatas ha destacado un año más por una inteligente gestión de la campaña, que sumada a la profesionalidad y al buen hacer de sus agricultores, le ha permitido cumplir totalmente con sus compromisos, abasteciendo al 100% de sus clientes con una patata en perfectas condiciones.
Variedades como Soprano y Lucinda han sobresalido por encima del resto, debido a su perfecta adaptación a la zona y a su resistencia y versatilidad. También cabe mencionar el buen papel que han jugado variedades más enfocadas a industria, como puede ser Agria y otras como Memphis en el sector de la patata roja.
En relación con la próxima campaña, José Luis Cuenca, director de la zona sur de Interagro de Patatas, ha señalado que hay “bastante incertidumbre en el sector patatero debido al enorme aumento de los costes de producción, factor que, inevitablemente, influye en la planificación de las siembras para la campaña 2023 y que puede acarrear una importante reducción en el número de hectáreas sembradas”.
Fuente: campocyl.es