La producción hortofrutícola de Almería en la campaña 2021/2022 se ha situado en 2,3 millones de toneladas, reduciéndose un 6% respecto a la campaña anterior, lo que ha influido en el aumento de los precios medios del 37%; como consecuencia los ingresos han subido un 31%. No obstante, los costes por kilo han crecido un 26%, lo que ha empañado una de las mejores campañas en 10 años, según se desprende del avance realizado por COEXPHAL.
Por productos, cae un 1% la comercialización de tomate y el precio aumenta un 46%. Por tanto, los ingresos han crecido un 45%. El coste unitario sube un 25%, sin embargo, esto no ha impedido que este producto haya sido uno de los más rentables.
En cuanto al pimiento, a pesar de que el precio crece un 6%, la caída de la producción del 5% hace que los ingresos se hayan mantenido casi estables (sólo suben un 1%). Sin embargo, el coste unitario aumenta un 23%, provocando un descenso relevante de los márgenes; enlazando dos campañas con caídas en los beneficios.
La producción total de pepino se mantiene estable a pesar de tener un comportamiento desigual dependiendo del ciclo de plantación. Los precios aumentan un 38%, con variación idéntica de los ingresos totales. El coste sin embargo sube un 25%.
La comercialización de berenjena crece un 3%, los ingresos un 9% debido a unos precios un 6% más altos. Sin embargo, un aumento del coste del 24% le impide aumentar las márgenes.
El calabacín muestra una caída de la comercialización del 5% (aunque hay que tener en cuenta que el año pasado aumentó un 18%) provocando un aumento del precio del 33%. Como consecuencia los ingresos totales suben el 28%, Los costes unitarios aumentan un 26%.
Fuera de la cosecha en invernadero, la producción de lechuga aumenta un 5% y los precios un 21%, cifra idéntica esta última al aumento del coste por kilo que le impide conseguir mayores márgenes.
Una primavera anormal
La comercialización de sandía ha bajado un 24%, lastrada por la inestabilidad meteorológica que influyó en los cuajes, pero también en las ventas. La fuerte demanda local e internacional provocó un aumento excepcional del precio, un 128% más que un año antes. Esto ha dado como resultado que los ingresos se hayan doblado, y que el aumento del 35% del coste haya pasado desapercibido.
En cuanto al melón, la producción cayó un 21% y los precios aumentaron un 131%, por lo que los ingresos han crecido más del doble con respecto al año 2021. La subida del 29% del coste se ha diluido en unos ingresos extraordinariamente altos.