La idea de Atypique, creada por Simon Charmette y Thibault Kibler hace un año y medio, es facilitar la vida a los productores y luchar contra el despilfarro de alimentos. Calibre inadecuado, defectos estéticos, excedentes de cosecha... Las frutas y hortalizas fuera de la norma ya tienen su salida con los profesionales. "¡Todo comenzó con una observación! La de la dificultad de comercializar frutas y hortalizas con calibres inadecuados, sobre todo patatas y castañas que mis padres, agricultores, optaban por dar a sus animales para no desperdiciarlas", explica Simon Charmette, que, tras una formación de ingeniero y una experiencia en ayuda humanitaria, quiso combinar el espíritu empresarial con la utilidad. 
Thibault Kibler y Simon Charmette/© Atypique
Comercio BtoB
Para los dos cofundadores, el reto consiste en crear una base de datos de productos fuera de la norma, deformados o torcidos y, por tanto, "una experiencia en productos degradados para saber qué quieren nuestros clientes y qué productos son los más difíciles de vender".
Cerezas con defectos estéticos y zanahorias de gran calibre/© Atypique
"Empezamos hace un año y medio probando diferentes formas de trabajar. Hoy en día operamos como un mayorista estándar con un almacén y suministramos de diferentes productores a la restauración colectiva y comercial, a los minoristas, a la gran distribución y a las tiendas especializadas". Atypique solo comercializa productos de origen francés. "La idea es animar a nuestros clientes a pasarse a los productos más locales posibles y evitar así la competencia con los productos importados. Los productos franceses suelen ser más caros que los importados, pero en el caso de los productos bajados de categoría, los precios son a veces más bajos".
Convencer a los productores y sensibilizar a los consumidores
Esta iniciativa está pensada para facilitar la vida a los productores que se enfrentan a productos que no cumplen los requisitos. "En las conversaciones con los productores, nos dimos cuenta de que muchos productos no se cosechaban porque no se podían vender, como los pepinos, que quedaban en los invernaderos. Es un trabajo a largo plazo porque tenemos que convencer a los productores para que cosechen. Hay salidas, así que los productores tienen que saber que podemos valorar sus productos".
Los cofundadores con un productor/© Atypique
Otro eslabón esencial en la lucha contra el despilfarro de alimentos es el consumidor. "Más allá del aspecto clásico de la venta al por mayor, nuestra misión es también sensibilizar al consumidor sobre el tema de las frutas y hortalizas fuera de la norma". Esta concienciación se consigue mediante la educación. Con esta idea, los dos cofundadores han desarrollado imágenes para explicar las razones por las que las frutas y hortalizas se bajan de categoría. "Es una forma de que los consumidores conozcan y acepten mejor estos productos".
Manzanas Gala de pequeño calibre/© Atypique
"Un sistema que se autoalimenta"
Aunque en los últimos años han surgido cada vez más iniciativas contra el despilfarro de alimentos, como ciertas campañas puestas en marcha en la gran distribución, muchas de ellas todavía no han convencido realmente a los consumidores. Por parte de los productores, algunos optan por regalar sus productos no vendidos sin poder rentabilizar su cosecha. La especificidad de Atypique es, pues, haber creado "un sistema virtuoso que se autoalimenta". Un sistema que apoya al productor, participa en la lucha contra el despilfarro y permite la reventa a precios competitivos.
Calabacines con defectos estéticos/© Atypique
Atypique cuenta actualmente con unas cincuenta referencias y colabora con unos cincuenta productores. Pero la empresa, con sede en Auvernia-Ródano-Alpes, no piensa detenerse ahí, ya que tiene previsto abrir próximamente un almacén en Rungis y, con el tiempo, entre 4 y 6 almacenes en todas las ciudades francesas.
Para más información:
Simon Charmette
Atypique
254 rue Vendôme
69003 Lyon
contact@atypique.eco
atypique.eco