No es nada sorprendente que la demanda de sandías sea alta durante esta época calurosa y soleada. El problema es que la oferta es muy limitada este año. "El año pasado, el mes de agosto no arrojó buenos resultados para el sector de la sandía, por lo que muchos productores decidieron reducir la superficie cultivada. Como resultado, ahora hay muy pocos volúmenes en el mercado", dice Jacob Aktalan, de la empresa holandesa MG Fruit.
"Los precios de la sandía están en torno a los 1,30 euros el kilo, algo inusual para el mes de agosto. El problema es que son muy difíciles de conseguir. La cosecha –que ahora se está desarrollando en La Mancha– se destina en gran parte a los programas. Debido a la menor superficie plantada en España, no creo que la situación cambie en estas semanas. De hecho, puede que la escasez de producto se agudice aún más", dice el importador.
"Brasil comenzará a cargar los primeros volúmenes la próxima semana, pero los contenedores no estarán llenos de sandías en esas primeras llegadas. Además, debido a los altos costes del flete marítimo, está por ver quién se lanzará al comercio de sandías", continúa Jacob. "Los melones, en cambio, se están vendiendo razonablemente bien. En este segmento, el mercado no está tan caliente como el de las sandías. Los melones Galia y Cantaloupe se venden a unos 6 euros y los melones amarillos también se despachan sin problemas debido a la situación de escasez de sandías".
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