Vincent Elegoet, gerente de la empresa Saveurs du Bout du Monde, ofrece desde hace diez días a sus clientes, mayoristas y minoristas, maracuyá cultivado en Bretaña, en Finisterre (Francia). Un producto atípico que no deja indiferente a nadie: "El año pasado tuvimos volúmenes anecdóticos. Este año hemos duplicado la superficie de producción".
Esta fruta exótica se cultiva en un invernadero, y se beneficia de las altas temperaturas actuales para desarrollarse: "Con esas temperaturas, obviamente no hay que calefactar el invernadero. Solo proporciona protección a la planta, que crece en un entorno controlado. Producida sin ningún tipo de tratamiento, es una planta colgante que cubre toda una pared del invernadero. El cultivador deja crecer la planta, la poda una vez y recoge los frutos cuando han caído".
Este producto especializado no ha tenido problemas para ganar popularidad. "La gran ventaja de este origen local es que la fruta llega a nuestros clientes con su pedúnculo, lo que es un signo de frescura; una característica difícil de encontrar en la fruta que ha viajado durante varias semanas en barco. Al principio de la temporada, el aspecto visual de la fruta puede sorprender por su falta de homogeneidad, pero la calidad gustativa ya es unánime".
Jengibre
Una gama de frutas exóticas que tenderá a ampliarse ya que, en otoño, SBM ofrecerá a sus clientes jengibre... ¡de Bretaña, por supuesto!
Para más información:
Vincent Elegoet
Saveurs du Bout du Monde
8, Le Croissant
29250 Plougoulm
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