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La adopción de una dieta basada en plantas brinda grandes oportunidades

Cambiar el curso del cambio climático genera beneficios colaterales para los fruticultores

No es demasiado tarde para abordar de manera significativa el cambio climático, como dijo la profesora Stephanie Midgley, del Departamento de Agricultura del Cabo Occidental (Sudáfrica), a los asistentes del simposio técnico de Hortgro el pasado mes, y, de hecho, subrayó, muchas de las soluciones presentan oportunidades para el sector frutícola.

El volumen final del sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, publicado este año, pone el foco en las estrategias de mitigación del cambio climático.

La probabilidad de inundaciones en KwaZulu-Natal a principios de año se duplicó por el cambio climático provocado por el humano.

"Muchas de las soluciones son oportunidades"
"Con frecuencia, las soluciones y la tecnología ya existen. Solo se necesita voluntad política y financiación para llevarlo a cabo. Muchas de las soluciones son oportunidades y, en especial en el sector frutícola, hay beneficios colaterales para el bienestar humano, para el desarrollo sostenible, para la salud medioambiental, etcétera".

La profesora Midgley señaló que una de ellas, la adopción de una dieta más rica en vegetales, representa una gran oportunidad para el sector frutícola.

Indicó que ofreció su primera ponencia sobre el cambio climático hace 22 años. "Desde entonces, hemos aprendido mucho y estoy entusiasmada con que el sector de la fruta de hoja caduca lo haya tomado en consideración, haya financiado la investigación y la haya priorizado. Ya no hay excusas para no actuar sobre el cambio climático".

La ciencia que hay tras el cambio climático se conoce desde hace más de un siglo y las evidencias saltan a la vista. El lenguaje utilizado en este sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático es más fuerte que antes, subrayó Midgley, para comunicar el urgente mensaje de que los rápidos y cada vez más intensos cambios se están produciendo a un ritmo no visto en miles de años.

Fuente: Presentación de Hortgro de la profesora Stephanie Midgley

"Ya ha habido periodos cálidos con anterioridad, pero la última vez que el calentamiento se produjo a estos niveles fue hace más de 100.000 años, durante el último periodo interglacial", afirma. "Estamos alcanzando un nivel muy peligroso que no se ha visto desde los albores de la civilización. Es incuestionable que el calentamiento tiene una causa humana, y eso está haciendo que los fenómenos extremos sean más frecuentes y severos".

El sur de África se calienta al doble de ritmo de la media mundial
El calentamiento global medio de la temperatura de la superficie se ha situado en 1,1 °C hasta la fecha, en comparación con las temperaturas de 1850 a 1900, pero es mayor sobre la tierra (de media, es de 1,6 °C sobre la tierra) y no se distribuye de manera uniforme: el calentamiento del sur de África es el doble de la media mundial en este punto.

Con el ritmo actual de compromisos de los gobiernos para reducir las emisiones, la temperatura va a subir 2,8 °C. Si se alcanza un calentamiento global de 2 °C, eso se podría traducir en un calentamiento de entre 2,5 °C y 3 °C  en el sur de África, advirtió la profesora.

Fuente: Presentación de Hortgro de la profesora Stephanie Midgley

La ciencia de atribución del cambio climático intenta vincular fenómenos particulares con el cambio climático y, de esta manera, se ha descubierto que, en las condiciones de cambio climático actuales y basándose en modelos hidrológicos y meteorológicos históricos, la probabilidad de fenómenos extremos recientes se eleva.

La sequía del Cabo fue tres veces más probable; las inundaciones de KwaZulu-Natal, el doble de probables en comparación con un cambio climático no provocado por el humano. La reciente ola de calor en el subcontinente indio fue treinta veces más probable por el cambio climático, mientras que la ola de calor y los incendios en el noroeste del Pacífico en Norteamérica eran prácticamente imposibles sin cambio climático.

El Cabo Occidental a mediados de siglo: 5 o 6 años de sequía cada década
"Pronosticar las lluvias es mucho más difícil que las temperaturas. El planeta en su conjunto va a ser mucho más húmedo, pero determinadas zonas de los subtrópicos y todo el Mediterráneo van a ser más secos. En regiones de producción de fruta como Chile, California, la Europa mediterránea y el Cabo Occidental, las sequías serán más frecuentes; para mediados de siglo, seguramente 2,5 veces más frecuentes".

Se han llevado a cabo dos estudios centrados en el impacto en el sector frutícola del Cabo Occidental, uno financiado por Hortgro Science, que elabora modelos de escenarios para 11 regiones frutícolas diferentes de la provincia, y un segundo, encargado por el Departamento de Agricultura del Cabo Occidental y llevado a cabo por el Grupo de Análisis del Sistema Climático de la Universidad de Ciudad del Cabo, que se está preparando para una mayor difusión.
Fuente: Presentación de Hortgro de la profesora Stephanie Midgley

Todos los modelos disponibles coinciden en una tendencia de sequía en las zonas occidentales de Sudáfrica, donde se prevé un descenso de más de 40 mm por año, en especial en las zonas centrales de lluvias invernales.

"Probablemente, desde principios de 2040 y 2050, veremos signos evidentes, y para mediados de siglo, 5 o 6 años de cada 10 podrían ser años moderadamente secos en el Cabo Occidental".

La principal área de preocupación es la costa oeste y Koue Bokkeveld durante el otoño y la primavera. Las lluvias muestran una tendencia decreciente en otoño cuando, según la profesora, "se está viendo una sequía muy evidente en otoño".

En otras partes del país, los patrones futuros de lluvia no son tan evidentes, pues, como señaló Midgley, la lluvia es más difícil de predecir que la temperatura: podría incluso darse el caso de un aumento de 10 a 20 mm en el noreste de Sudáfrica sin mucha desviación con respecto a las grandes zonas del interior central.

Se sabe muy poco sobre el futuro riesgo de granizo, y la profesora añadió que podría darse un posible incremento en la velocidad del viento en las zonas del suroeste.

Las regiones productoras de fruta de pepita y de hueso, en riesgo
Las unidades de frío están disminuyendo y las altas unidades de frío se limitarán a zonas elevadas para 2050.

En especial en zonas del interior, se producirá un incremento del estrés por alta temperatura con un aumento elevado de las temperaturas diurnas máximas y un aumento concomitante del riesgo de quemaduras solares, una mayor evapotranspiración y la aceleración de los ciclos vitales de las plagas.

Para mediados de siglo, habrá una reducción de los días conductivos al desarrollo del color rojo en las manzanas, con una disminución de entre 9 y 18 días en una zona costera como Elgin-Grabouw, que podría limitarse a entre 3 y 9 días en marzo y abril en el futuro.

Fuente: Presentación de Hortgro de la profesora Stephanie Midgley

Las zonas de producción de fruta de pepita de Elgin-Grabouw-Vyeboom-Villiersdorp y Greyton son, posiblemente, las que mayor riesgo corran debido a la pérdida de unidades de frío en invierno, por lo que se volverán más adecuadas para la fruta de hueso.

"Las zonas elevadas (Koue y Warm Bokkeveld, en el Langkloof) seguirán siendo viables, pero tendrán que hacer frente a días de calor extremo con protección para las quemaduras solares y un mayor riego para compensar el incremento de la evapotranspiración".

El Klein-Karoo podría convertirse en todavía más marginal para la fruta de hueso (ya es una zona muy vulnerable), mientras que la región del río Berg podría volverse "mucho más cálida" y, posiblemente, más seca que en la actualidad.

Fuente: Presentación de Hortgro de la profesora Stephanie Midgley

Las variedades que necesiten una mayor cantidad de frío en invierno tendrán que ser retiradas paulatinamente, aconseja Midgley, y habrá que usar todas las herramientas de que se disponga: salud del suelo, agricultura regenerativa y estrategias de riego eficiente.

Mientras los humanos continúen quemando combustibles fósiles, la temperatura seguirá aumentando. En palabras del citado informe, el riesgo general "afectará en cascada a todos los sectores y regiones".

"El cambio climático va a afectar a todos los aspectos de nuestras vidas", manifestó la profesora Midgley.

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