Los primeros resultados apuntan a que, pese al aumento en la mayoría de los costes de producción y de distribución y a la menor cosecha con respecto a años anteriores, los productores de sandía del Valle del Guadalentín salvarán la campaña gracias al precio que ha adquirido esta campaña la fruta.
Desde Coag informan que este año los agricultores percibirán una media de 24 o 25 céntimos por kilo, frente a los 17-18 que cobraron la anterior campaña. De haberse mantenido el coste y la producción de veranos anteriores, "estaríamos hablando de un año espectacular que, dadas estas circunstancias, debemos dejar en bueno", asegura a La Verdad el presidente de la cooperativa Alimentos del Mediterráneo (Alimer), Julián Díaz. Es más; el presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) en Lorca, Plácido Pérez-Chuecos, explica que si la sandía hubiera estado a precios del año pasado, los productores habrían tenido pérdidas.
No obstante, este incremento en el precio se produce en paralelo a la caída de la producción, que se estima en torno al 30% como consecuencia de la climatología. Según datos de Alimer, la entidad cerrará la presente cosecha con alrededor de 50.000 toneladas de sandía, frente a las 68.000 que manipularon el año pasado.
Aumentan los costes un 45% mientras la producción cae un 30%
El aumento de los costes se ha producido en términos generales en todos los productos necesarios en el proceso productivo de la sandía; desde la preparación de la tierra para su plantación hasta la recolección de la cosecha. Todo ello ha conllevado, según el presidente de Alimer, un aumento de los costes de producción de un 28%.
A dichos gastos hay que sumar los relativos a la cadena de suministro, que abarca desde que la sandía sale del campo hasta que se coloca en el lineal del supermercado. Así, motivado por el aumento del precio del gasoil, se ha incrementado el gasto del transporte; debido a la subida de la luz, ha crecido también la factura del suministro en los almacenes; y el cartón usado en el empaquetado es ahora un 35% más caro que hace un año. Teniendo en cuenta los gastos de producción, de confección y de logística, Díaz asegura que los costes han aumentado con respecto al año pasado "en torno al 45%, cuando el rendimiento ha sido un 30% menor en las explotaciones agrícolas".
Fuente: www.laverdad.es