Los grifos de agua se han secado en una importante ciudad de México. En el centro industrial de Monterrey, la tercera ciudad más grande del país y una de las más ricas, las autoridades anunciaron a principios de junio que restringirían el acceso al agua corriente, permitiendo soólo seis horas de acceso al agua al día. Algunos barrios no recibieron nada.
El problema es enorme: dos de los tres principales embalses que abastecen a la ciudad están prácticamente vacíos, un problema que se ha agravado por una primavera y un verano excepcionalmente secos. Las temperaturas veraniegas superan los 37 ºC la mayoría de los días, mientras los residentes se enfrentan a los efectos de una escasez de agua que viene de lejos, según los expertos.
Pero Monterrey no está sola en su crisis hídrica. La sequía está agotando el agua de grandes extensiones de Norteamérica y hace que sea cada vez más difícil para las personas contar con agua corriente.
Otras partes de la América rural también luchan por un acceso fiable al agua. Los lagos secos demuestran que la crisis es real, pero la mayoría de los estadounidenses siguen cómodamente aislados de las preocupaciones sobre el agua potable. Los expertos dicen que esa comodidad oculta un problema inminente.
Fuente: eu.usatoday.com