La Comunitat Valenciana seguirá por cuarto año consecutivo con un aforo inferior a la media y caerá un 13% respecto a la campaña anterior. Así lo trasladan desde la Unió de Llauradors i Ramaders, que prevé, sin embargo, una recuperación en la producción de cítricos del 10% en Castellón, después de que el año pasado cayera un 28% (un 38% en el caso de la variedad estrella, la clemenules, que representa el 70% de superficie citrícola en la provincia).
Pese a este aumento en la producción respecto al 2021, lo cierto es que las cifras de Castellón, donde se estima obtener algo más de 600.000 toneladas de cítricos, siguen siendo muy escasas. Según la Unió de Llauradors, son varios los factores que no permiten aumentar el aforo. Las incidencias meteorológicas son el principal motivo, el calor de los últimos meses no ayuda a producir frutos con el calibre adecuado, y las lluvias perjudicaron durante los periodos de floración. Además, el abandono de tierras progresivo, los elevados costes de producción o la vejez de los árboles son otros motivos de este descenso constante en la producción.
En cuanto al mercado citrícola, este puede ser un buen año para la provincia. Según el USDA, los países del hemisferio norte van a producir menos cantidad de cítricos, lo que se traduce en menos productos para el mercado. Entre ellos, España también va a producir menos: Andalucía ha tenido problemas de riego en algunas zonas, y Murcia y Cataluña también han sufrido un descenso en su aforo. “Estamos observando que Egipto, Turquía, Marruecos, Italia y Grecia, que son países competidores, van a producir menos, esto puede ser bueno para que no se sature el mercado y que los precios en origen aumenten”, explica el secretario de la Unió de Llauradors.
De hecho, “si la demanda y el consumo de cítricos local fuera normal, en algún momento puntual podríamos estar hablando de déficit de cítricos”, afirma Carles Peris. El secretario de la Unió explica que este año se producirán algo más de tres millones de toneladas en la Comunitat Valenciana, y posiblemente, a falta de contrastar los datos oficiales, “podemos estar delante de la segunda campaña con menos kilogramos de la historia”.
Fuente: castelloninformacion.com