"Los productores europeos de melón no tienen motivo de queja este año", afirma Leon van den Hombergh, de Frankort&Koning.
"Las producciones han sido mucho menores, pero han obtenido precios decentes. Es una cuestión de distribuir de manera selectiva los melones en un mercado muy vacío, algo que no ha ocurrido en mucho tiempo".
"Además, la gente está cambiando fácilmente de unas variedades a otras por la escasez, y los melones Piel de Sapo y amarillos se están vendiendo mejor en el noroeste de Europa", explica Leon.
"Hay muy pocos melones en el mercado libre. La oferta de Murcia, en España, se está agotando con bastante rapidez y también en La Mancha queda muy poco producto. Y eso, mientras no cuesta vender nada en este cálido mercado europeo. La Mancha está enviando ahora sobre todo melón Piel de Sapo, sandías y algunos melones amarillos".
"Murcia podría seguir con los melones amarillos un tiempo, pero los volúmenes de Galia se están acabando deprisa. Tenemos que ir a Italia y Francia a conseguir Cantaloupe. Sin embargo, allí también, los productores tienen problemas de volúmenes, y como sus mercados internos son buenos, no tienen gran necesidad de exportación", continúa Leon.
"Los melones Galia y Cantaloupe se están vendiendo por 7 €, los melones amarillos tienen un precio de alrededor de 10 €, y las sandías se venden por cerca de 1,30 €/kg. Son precios desorbitados que hacía mucho tiempo que no veíamos. Pero hay muy pocos melones de estos disponibles, si es que queda alguno. Sin embargo, debemos recordar que las temperaturas estivales a lo largo de toda Europa están impulsando el consumo".
"La próxima semana, todavía se esperan temperaturas de 25 a 30 °C. Por lo tanto, la distribución continuará un tiempo. Pero, a partir de la semana 36, las cosas podrían cambiar perfectamente de dirección, con altos precios al por menor, la disminución de las promociones y el descenso del consumo si bajan las temperaturas", dice Van den Hombergh. Aun así, el mercado no cerrará con excedentes".
"Los primeros melones brasileños deberían empezar a ir llegando poco a poco en algún momento de la semana 37. Creo que se enviarán bastantes melones amarillos. Sin embargo, después, los altos precios del transporte harán que sea más arriesgado enviar a Europa, lo cual, sin duda, reducirá la oferta la próxima temporada. Los consumidores empezarán a pasar estrecheces, y entonces habrá que preguntarse cuánto están dispuestos a pagar por los melones y otras frutas y hortalizas. Por un lado, los precios serán desorbitados, aunque es posible que no se alcancen los precios necesarios", concluye Leon.
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