Un experto en tecnología de una empresa hortofrutícola líder está animando a las empresas del sector a esforzarse más por implicarse con las empresas de tecnología a la hora de solucionar problemas y crear innovaciones para mejorar la eficiencia.
Jesse Reader, gerente comercial de AgTech e Innovación en Costa, dijo en la reciente BerryQuest Conference celebrada en la Gold Coast australiana que los productores deberían pensar en dejar lo convencional para pasar a lo analítico y acompañar el pensamiento crítico con tecnología emergente, y que ese sería un paso enorme hacia la producción de frutas y hortalizas de alta calidad.
"Hay que pensar en la tecnología o en los problemas que estás evaluando y en tus necesidades; ¿estás haciendo todo lo posible por estrechar la brecha?", preguntó Reader. "Tenemos que mirar mucho más lejos, y me refiero a, seguramente, más de diez años en el futuro. Por ejemplo, ¿cómo tiene que ser una fruta para que un robot la coseche? Me resulta interesante que algunas empresas de robótica hablan de que tenemos que pensar en cultivar variedades o plantas con diferentes presentaciones. En realidad, les están pidiendo a los productores si pueden cambiar lo que hacen para que ellos puedan llegar al mercado antes. Esto podría ayudar a los sistemas a llevar a cabo tareas como reconocimiento, comprobación de la madurez, presentación de la fruta para los sistemas de visión, recuento y previsión. Por lo tanto, lo que podemos hacer para ayudar a la tecnología es crear capacidad en nuestra propia empresa y, poco a poco, preparar la conversación sobre la capacidad para cuando llegue el momento".
Urgió a las empresas hortofrutícolas a iniciar conversaciones más pronto que tarde con los proveedores de servicios, para que las soluciones puedan estar listas antes, y que entiendan los problemas y las necesidades, en lugar de sentarse a esperar y darse cuenta de que las soluciones no son adecuadas porque no están diseñadas correctamente. Pero además, ni la robótica ni las innovaciones progresarán de manera eficiente sin una inversión suficiente.
"A menudo pensamos que fluye el dinero, que las empresas tecnológicas se multiplican, que las soluciones están de camino; todo bueno, ¿verdad? Bien, pues no es así", afirmó. "¿Habéis oído a alguien del sector, pensando en la tecnología, decir cosas como: 'no está bien, no entienden nuestro sistema', 'aquí no funciona así', 'cultivamos de manera distinta', 'es muy lento', 'no hace todo lo que quiero' o 'el problema es que (la máquina) solo hace la mitad del trabajo'? Esta última es mi favorita porque hablamos con personas que no pueden encontrar suficiente mano de obra, y es muy cara, y luego quedan molestos porque la máquina solo puede encargarse de la mitad del cultivo. No lo comprendo. Estos son algunos de los problemas que tenemos en la actualidad y cómo abordamos la tecnología".
Los conjuntos de datos son un componente clave para estar preparado para la tecnología, según Reader, quien dice que, si las empresas no están recopilando conjuntos de datos robustos y significativos, la cosa se complica en muchos frentes. Hasta que las empresas cuenten con conjuntos de datos profundos, habrá bastante tecnología en el mercado que no puedan usar. Por ejemplo, en la previsión de cosechas, los datos históricos como los rendimientos y el tamaño de la fruta permitirán a las empresas emplear algunas de las herramientas tecnológicas que se están creando de una manera significativa.
"Con los retos actuales, mi mente siempre se va a la cosecha, pero esto se aplica a varias cosas distintas, como la valoración de la cosecha, el recuento para el rendimiento", dijo Reader. "Tenemos que eliminar la variabilidad, tenemos que pensar en todas esas cosas con las que, en la actualidad, no pueden ayudarnos las empresas de tecnología porque no las hemos superado. Las empresas intentan cosas como controlar la luz, poner una caja encima e iluminar de manera activa o acceder desde el otro lado. Pero, por lo que veo, lo único que hacemos son pequeñas brechas en este gran problema. Incluso a la hora de igualar la madurez; cuanto más constante sea, más fácil será eliminar la irregularidad. Pensemos también en nuestro sistema de producción y en su arquitectura; ¿está optimizado teniendo en cuenta los rendimientos y el envasado? Así que el foco ha pasado a ponerse sobre la calidad. ¿Llegaremos al punto en el que la optimización se centre en la accesibilidad para la tecnología y las plataformas de cosecha y la robótica?".
Añadió que en la implicación con la tecnología también se tiene que incluir la conectividad, ya sea el tejido para el control remoto de las fincas y respaldar logísticamente el servicio y mantenimiento en el campo, o la comunicación entre máquinas, donde el software y los robots se comunican para solucionar una tarea.