Recientemente se celebró en París el lanzamiento de la temporada de la pera y la manzana 2022. Un encuentro anual que reunió a más de 120 empresas del sector, y que permitió a los operadores (productores, comerciantes, mayoristas, restauradores, transformadores, distribuidores y la interprofesional) reunirse para revisar la situación económica del sector y presentar el resumen de las previsiones de cosecha 2022 en Francia y Europa, sin olvidar el enfoque de Vergers Écoresponsables y finalmente la Communication Strategy and Media Plan 2022-2023.
Manzanas: revisiones a la baja en Francia y en Europa; la Gala se ve especialmente afectada
Si a principios de agosto las previsiones indicaban 1.468.000 toneladas, un nivel bastante cercano a la media y superior al de los dos últimos años, el calor persistente y la sequía han afectado al potencial de producción. "El potencial era bueno al principio, esperábamos que lloviera, pero finalmente las reservas de agua fueron, para algunos productores, insuficientes, lo que provocó un cambio de escenario", según Vincent Guerin, responsable de asuntos económicos de la ANPP.
Durante Prognosfruit se habían anunciado 1,46 millones de toneladas. "En los últimos días, la situación nos ha llevado a reevaluar esta previsión de cosecha. Así pues, la cosecha francesa podría situarse entre 1.300.000 y 1.350.000 toneladas, es decir, un 4% menos que la pequeña cosecha del año pasado". Una reevaluación que afecta especialmente a la Gala "sobre todo si hablamos de cosecha comercializable en fresco, porque las temperaturas cálidas afectan a la coloración. Por lo tanto, habrá una proporción más alta de lo habitual de Gala destinada a la transformación y, en consecuencia, un mercado en fresco más bajo".
A nivel europeo, la cosecha inicialmente prevista de 12,69 millones de toneladas hace un mes será seguramente revisada a la baja en un 10%. Si las cifras siguen siendo las anunciadas a principios de agosto, algunos operadores italianos anuncian hasta un -30 % en la Gala. Alemania, el Reino Unido, Bélgica y los Países Bajos también tendrán que revisar a la baja sus previsiones iniciales. La cosecha italiana podría mostrar finalmente una disminución del 30%, especialmente en las Galas, y Polonia, primer productor europeo, que anunció una cosecha de 4,5 millones de toneladas, podría reducirse hasta un 70%, pues los productores, por falta de medios suficientes, han prescindido de muchas acciones en las plantaciones.
Fuera de Europa, China espera perder cerca del 20% de la cosecha, es decir, 10 millones de toneladas menos en el hemisferio norte con esta caída de la producción debida a las heladas.
En cambio, las manzanas club siguen creciendo en casi todas las variedades, gracias a las nuevas plantaciones.
En conclusión, las previsiones de cosecha europea, inicialmente similares a las del año pasado, se revisarán drásticamente a la baja debido a la sequía en Francia y en Europa. Por lo tanto, habrá una proporción importante de industria, especialmente en Polonia, y, en consecuencia, una menor oferta en el mercado fresco. La oferta de Gala fresca se verá muy afectada por las condiciones meteorológicas en muchos países europeos. Sin embargo, cabe destacar la buena calidad con niveles de azúcar excepcionales. "El nivel de consumo es todavía incierto, pero con más calibres que el año pasado y un alto contenido de azúcar, podemos esperar una recuperación del nivel de consumo de manzanas", concluye Vincent Guérin.
Peras: un nivel de cosecha "mejor" que en 2021
Este año la cosecha de peras en Francia ascenderá supuestamente a 137.000 toneladas, previsiones establecidas inicialmente en Prognosfruit. "Estamos en un nivel de cosecha 'que encuentra colores' en comparación con el enorme déficit del año pasado, cuando la producción ascendió a 56.000 toneladas", un nivel casi similar a hace dos años y ligeramente superior a la media de 2015, un año de alta producción. Una producción en progresión para las peras de verano con la Williams, siendo la principal, aunque con cifras bastante cercanas a la media. Para la Conferencia, si la producción prevista a principios de agosto estaba cerca de la media, el aumento actual del calibre podría llevar a una revisión a la baja. También se espera una buena producción para Comice y Angys.
En cuanto a la producción europea, cabe señalar una revisión a la baja, ya que Bélgica y los Países Bajos también han sufrido la sequía y la falta de riego, con la consiguiente reducción de los calibres. Sobre la base de las cifras anunciadas inicialmente a principios de agosto, la producción europea ascendería a 2,78 millones de toneladas, una cifra ligeramente inferior a la media de los 10 años pero superior a la de 2021.
Se observa una escasa producción de peras en España, debido sobre todo a las heladas de primavera en Cataluña. La producción italiana también está recuperando algunos colores en comparación con el enorme déficit de 2021; sin embargo, el país ya no está en su potencial de 700.000 a 800.000 toneladas debido a un importante arranque. Después de una fuerte cosecha en 2021 para la pera Rocha portuguesa, la producción de este año volvería a un nivel más modesto, con un 11% menos que la media. Por último, en el caso de los Países Bajos y Bélgica, se esperaba un nivel cercano a la media, pero las cifras deberían revisarse a la baja debido a la sequía.
En cuanto a la producción fuera de Europa, hay un fuerte déficit en China, el mayor productor mundial de peras, con un -15%. En Estados Unidos, la cosecha debería ser "normal" y Turquía ha tenido una cosecha superior a la media en comparación con el año pasado.
Múltiples retos para esta nueva temporada
Una sucesión de riesgos meteorológicos, una explosión de los costes de producción, una mayor presión normativa y social, una competencia nacional e internacional cada vez más fuerte. Desde hace diez años, el sector ha tenido que enfrentarse a un número creciente de desafíos.
"La temporada de 2022 se situará bajo la inflación, pero no es el único factor que pesa hoy sobre el sector. Haber conseguido producir manzanas y peras este año es una hazaña, ya que las condiciones de producción son inusuales", declaró recientemente Pierre Venteau, director de la ANPP, antes de presentar con más detalle estos problemas.
Aunque los productores sufrieron una helada histórica a principios de abril, bastante "bien anticipada y controlada", según Pierre Venteau, gracias sobre todo a las velas, las torres de viento o la fumigación, por no hablar de las tormentas de granizo de junio, con daños en algunas estructuras, es el cóctel de calor y sequía el que supuso un golpe adicional para la producción. El segundo factor es un mercado de manzanas cada vez más difícil y la competencia de Polonia es cada vez mayor.
"El consumo de manzanas frescas está cayendo, las últimas cifras muestran un descenso del 11% en el consumo local. A ello se suma una competencia polaca que se está imponiendo: hoy son más de 12.000 toneladas al año las que entran, tanto para fresco como para la industria". Otro efecto que pesa en el mercado son los calibres más pequeños. "Hay más manzanas para vender pero menos tonelaje".
Sobre la explosión de los costes de producción, que afecta tanto a la plantación como a la temporada: "Si tomamos el tiempo necesario para las plantaciones, hay que contar el gasóleo que entre 2020 y 2022 se ha duplicado. Para el abono, entre 2020 y 2022 estamos en una proporción que se ha multiplicado por 3". Otro factor mecánico ligado a la inflación y que concierne a la mano de obra, son las 6 subidas del SMIC (salario mínimo interprofesional de crecimiento) desde enero de 2020, de las cuales 3 han sido este año.
"En Vergers Écoresponsables utilizamos el control biológico, pero cuando hay grandes invasiones de áfidos nos vemos obligados a intervenir, por lo que los antisarna han aumentado un 23% entre 2020 y 2022, los insecticidas orgánicos un 5% y los reguladores de crecimiento un 7%. Sin olvidar la evolución del coste de la electricidad, de los envases y especialmente de las bandejas de cartón con un + 26% entre 2020 y 2022".
Otro punto importante es la presión reglamentaria y social: el decreto apícola que impone una restricción técnica importante y complica aún más el trabajo de los productores ya sometidos al decreto eólico, que prohíbe cualquier tratamiento más allá de 3 grados de Beaufort (cuando el viento sopla a más de 19 km/h).
Para más información:
Vincent Guérin
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