Según explica Gregorio López, de la junta de ARAG-ASAJA, la campaña de la patata, que se ha generalizado en La Rioja Alta, será este año notablemente menor a la del 2021, cuando según el servicio de estadística agraria del Gobierno de La Rioja se recolectaron 37.018 toneladas.
Concretamente, desde la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población se prevé un 25% menos de patatas, que totalizarán en torno a 27.400 toneladas debido al menor tamaño de los tubérculos por el elevado calor sufrido durante los meses de verano.
Por otro lado, la escasez de patata a nivel nacional ha provocado que la cosecha se haya adelantado dos semanas para atender la demanda y durará hasta mediados de octubre, en principio. La mayor parte se destina a industria (para congeladoras y fábricas de aperitivos).
Sin embargo, en un año en el que "los costes se han disparado, el gasóleo se ha doblado, el abono triplicado y la subida de la luz para riego resulta inasumible", señala López, "los contratos de venta son parecidos a los del año pasado".
La evolución de la patata en La Rioja muestra un claro declive. En 1992 se registró la mayor superficie con 7.703 hectáreas y 263.268 toneladas de producción. En 1993 con 7.635 hectáreas se recogieron 296.200 toneladas, la cifra más alta. A partir de entonces el cultivo ha ido cuesta abajo hasta la situación actual en la que se cosechará un volumen casi 11 veces menor que hace 3 décadas.
Fuente: larioja.com