Los días 8 y 9 de septiembre, los productores de tomate, miembros de Légumes de France, organizaron una acción para denunciar la sobrerrepresentación de los tomates marroquíes importados en los estantes de las grandes superficies y las carencias normativas en materia de información al consumidor sobre el origen de estos productos. Ante una situación de competencia desleal, los productores piden al Gobierno francés un apoyo claro, sobre todo de cara a los próximos plazos legislativos europeos clave.
En crisis durante todo el mes de agosto, el sector francés del "tomate" no ha podido vender lo suficiente para liquidar las existencias disponibles. Los productores han tenido que hacer frente, por un lado, a un fuerte aumento de las cantidades ofertadas de tomates debido al aplazamiento del pico de producción y, por otro, a una fuerte presencia de tomates en las huertas de algunas regiones que ha limitado las compras en los estantes.
Los ajustes de precios a la baja no fueron suficientes para reactivar el mercado, a pesar de que las condiciones meteorológicas fueron favorables para la compra de tomates este verano. En este contexto, la presencia de productos de origen marroquí en las tiendas es cada vez menos soportable. Aprovechando un régimen aduanero extremadamente favorable, concedido por la Unión Europea, los tomates marroquíes siguen en nuestros estantes aunque el sector francés esté en pleno apogeo de la producción.
Las importaciones de tomate marroquíes crecen exponencialmente
En el mercado europeo, se importaron casi 440.000 toneladas de tomates marroquíes en 2020, 130.000 toneladas más que en 2012.
En el mercado francés, los tomates marroquíes representan el 63 % de los volúmenes importados, gran parte de los cuales se encuentran en plena temporada de producción francesa. Desde marzo a agosto de 2021 (ver gráfico): ¡se importaron 130.000 toneladas de tomates marroquíes en Francia!
En el caso de los tomates cherry, especialmente populares entre los consumidores, se ha pasado de exportar 300 toneladas/año a la UE en 2005 a 70.000 toneladas/año en 2020.
Ventajas competitivas imposibles de seguir para los productores franceses
No es de extrañar que, gracias al bajísimo coste de la mano de obra, los productores marroquíes puedan ofrecer precios imbatibles en los estantes franceses. En Marruecos, el salario mínimo bruto por hora es de 0,69 €, es decir, un coste para el empleador de 0,74 €. ¡La diferencia con Francia es de 12,40 €!
Además, los productores marroquíes se benefician de un fuerte apoyo del Gobierno marroquí (a través del programa Generación Verde) y también del apoyo financiero de la Unión Europea y de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). El Banco Mundial cofinancia el componente nacional del programa con 250 millones de dólares y la Unión Europea apoya las acciones más innovadoras y la asistencia técnica mediante una subvención delegada a la AFD de 20 millones de euros.
A modo de comparación, la puesta en marcha en enero de 2022 por FranceAgriMer (Ministerio de Agricultura) de un programa de ayudas a los productores franceses para inversiones en invernaderos, túneles y pistas agrícolas para la protección contra los problemas climáticos movilizó 10 millones de euros...
Condiciones de producción lejos de ser ejemplares…
Aunque Marruecos goza de condiciones climáticas favorables durante gran parte del año, el país también sufre sequías cada vez más graves, sobre todo desde principios de 2022. De hecho, la producción de tomates marroquíes consume mucha agua, lo que requiere la construcción de plantas desalinizadoras de agua de mar para compensar la falta de recursos hídricos del país. Sin embargo, la salmuera vertida presenta riesgos medioambientales.
Hay que dar a los consumidores la posibilidad de elegir
Los consumidores franceses están cada vez más atentos al origen de los productos alimentarios y están dispuestos a pagar más por la calidad "made in France". Sin embargo, ¡deben ser capaces de conocer realmente el origen de los productos!
En la actualidad, es el reglamento europeo INCO sobre la información al consumidor en los productos alimenticios el que regula las condiciones de etiquetado y la noción de marcar el origen de un producto a nivel de la Unión Europea. Este reglamento especifica que la indicación de origen obligatoria en una bandeja de tomates cherry debe ser igual o superior a 1,2 mm.
1,2 mm no es suficiente para que el consumidor identifique claramente el origen marroquí de una bandeja de tomates cherry.
Con motivo de esta operación de etiquetado, los productores de tomate franceses reiteran, por tanto, sus reivindicaciones de una mayor visibilidad para los consumidores franceses.
- Una impresión de la bandera del país productor con una altura de al menos 15 mm y/o una indicación escrita del origen con un tamaño de letra de al menos 15 mm de altura.
- La mención de la marca de origen del producto en la parte superior del envase del producto (el lado más visible en el estante).