En este momento hay sentimientos encontrados en el mercado holandés de la cebolla. Con unos precios de entre 0,34 y 0,36 euros para las calidades medianas y grandes, muchos productores califican la temporada como positiva. "Hay bastante actividad en todas partes. Pero las cosas amenazan con torcerse en algunos lugares, ya que no todos los compradores han podido seguir el ritmo de las subidas de las últimas semanas", afirma Rinus Wisse, de Wiscomex.
Rinus Wisse
"Los productores no dudan de que los precios alcanzarán los 0,50 euros, pero habrá que esperar a ver qué pasa. Durante las últimas cuatro o seis semanas, ha habido un mercado alcista basado en la especulación, pero el entusiasmo ha decaído un poco y parece que los precios han tocado ya techo".
"Sería perfecto para todos que el mercado se mantuviera estable ahora. Lo último que necesitamos es autoengañarnos con excesivo optimismo. Porque aunque los precios sean altos, todo el mundo está vendiendo mucho también. Así que es más fácil que nunca acabar en una situación de sobreoferta en el mercado", explica Rinus.
"Los precios altos deprimen rápidamente el consumo, sobre todo porque la inflación no solo afecta a las cebollas. Así pues, con estos precios, conviene ser un poco realista. Al fin y al cabo, hay muchas oportunidades para que la temporada de la cebolla acabe bien para todos".
"En cuanto a las ventas, los tres grandes de África Occidental –Senegal, Costa de Marfil y Guinea–, complementados por Inglaterra, se llevan el 60% del volumen. El 40% restante se reparte de forma bastante equitativa. La calidad de las cebollas también es buena, a pesar de que el Fusarium también cause algún que otro problema", concluye Rinus.
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Rinus Wisse
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