Las previsiones anuncian en Francia la cosecha más baja en décadas por la sequía y el calor extremo; de hecho, el volumen cosechado y comercializado puede que no cubra los costes, por lo que hay gran preocupación entre los productores.
No obstante, desde la interprofesional de la patata de Francia (CNIPT), remarcan que la reducción de la producción no solo se espera en Francia, sino también en más países como consecuencia de la sequía. De momento, las exportaciones francesas se están dirigiendo a sus clientes habituales (Europa del sur, Europa del Este, etc.), señala la CNIPT en su último boletín, pero este año, “la mayoría de los vecinos europeos, también afectados por la caída de los rendimientos, podrían buscar patata para consumo fuera de sus fronteras, muy al inicio de la campaña, para complementar su oferta y mitigar la subida de precio desencadenada por esta potencial merma en las cosechas”.
Asimismo, “las industrias podrían aprovisionarse más en el mercado libre, para compensar una probable caída de los volúmenes comprometidos en los contratos, y más, si la demanda se potencia este año con el Mundial de fútbol”, añade.
Como pasa en España, también en Francia se está trabajando en la distribución del valor a lo largo de la cadena alimentaria. En el sector de la patata, la CNIPT ha hecho un llamamiento a la construcción del precio respecto de cada eslabón, a lo largo de la cadena, con indicadores en cascada y contratos adaptados a diferentes niveles.
Fuente: cnipt.fr / agrodigital.com