Los productos locales prevalecieron, había mucha disponibilidad de Elstar, Delbarestivale y Jonagold. De Italia procedían principalmente Royal Gala y Golden Delicious. Los lotes franceses, holandeses y belgas solo tenían un carácter selectivo y complementario. Polonia y España solo participaron con volúmenes mínimos. La demanda pudo satisfacerse sin problemas, incluso disminuyó ligeramente en algunos lugares.
Los precios a menudo cayeron como resultado del aumento de la oferta. Los productos que anteriormente dominaron el mercado desaparecieron cada vez más del surtido y, como mucho, tuvieron un carácter complementario. La presencia de importados de ultramar también disminuyó: había un interés limitado por las Braeburn y Jazz de Nueva Zelanda, así por las Pink Lady y Kanzi de Chile. Para deshacerse de todo, los comerciantes a menudo tuvieron que bajar sus precios.
Peras
Hubo movimiento en la oferta: llegaron peras holandesas Gute Luise. La relevancia de la Santa María italiana y de la Williams Christ aumentó. La importancia de la Santa María turca y la Gute Luise alemana también aumentó. La pera Conferencia procedía de Alemania, los Países Bajos y Bélgica.
Uva de mesa
La oferta italiana aumentó rápidamente: Italia, Michele Palieri y Victoria en particular ganaron en importancia. También hubo una gran oferta de uvas Sultana y Crimson Seedless turcas. En varias ocasiones, la demanda no pudo seguir el ritmo del aumento de la oferta. En estos casos, los distribuidores tuvieron que bajar sus precios.
Melocotones y nectarinas
La campaña estaba llegando a su fin: la disponibilidad de ofertas italianas, españolas, francesas, turcas y griegas disminuyó notablemente. Algunas regiones de producción ya habían desaparecido del mercado. La calidad también dejó algo que desear, con un número cada vez mayor de problemas.
Ciruela
Las ciruelas alemanas dominaron el mercado: Presenta, Top, Cacaks Fruchtbare y Fellenberg formaron la base de la gama. Auerbacher, Hanita y Elena perdieron algo de importancia. Llegaron ciruelas Stanley de varios países de Europa del Este, e Italia participó en las ventas en Fráncfort con su ciruela President. En general, la disponibilidad ha vuelto a aumentar.
Limones
Predominaron las importaciones sudafricanas y argentinas. Los limones españoles eran escasos y no estaban representados en todos los mercados. Las importaciones procedentes de Uruguay solo estaban disponibles en Hamburgo. En algunos lugares, los productos sudafricanos eran más baratos debido al volumen. En Colonia, los envíos argentinos se encarecieron ligeramente.
Bananas
En la mayoría de los casos, la oferta estaba en armonía con la demanda, por lo que los comerciantes rara vez necesitaron ajustar sus precios. Cuando lo hicieron, en general los subieron. Sin embargo, no había una tendencia clara: a veces las marcas primarias se hacían más caras, a veces había más demanda de marcas secundarias y terciarias.
Coliflor
Los productos nacionales dominaron la escena, y los productos polacos, belgas y holandeses complementaron el mercado. La demanda fue bastante buena, pero pudo satisfacerse sin problemas. En Fráncfort, los productos holandeses fueron muy atractivos en términos de calidad, pero a 15 € por paquete de 6, también eran bastante caros.
Lechuga
En el caso de la lechuga, era posible acceder tanto a lotes nacionales como belgas. La lechuga importada era de mejor calidad y más cara que la competencia: en Fráncfrot se pagaba entre 13 y 17 euros por caja de 12 piezas, y en Berlín 18 euros por caja de 12 piezas. Hacia el fin de semana estos precios bajaron. La disponibilidad de lechuga iceberg creció, pero los precios siguieron tendiendo al alza.
Pepinos
Los primeros lotes españoles llegaron de forma selectiva. Esto tuvo un impacto directo en los precios de las ofertas nacionales dominantes y de las ofertas complementarias holandesas y belgas. Sus precios bajaron ligeramente. En Berlín, las campañas de promoción en el sector minorista provocaron una escasez de oferta, lo que causó que los precios subieran.
Tomates
Como es habitual en esta época de la temporada, las entregas holandesas y belgas dominaron la escena. La oferta se complementó con tomates de Polonia y tomates cherry de Italia y España. La demanda fue bastante buena.
Pimientos
La disponibilidad creció. Las entregas procedentes de los Países Bajos, Turquía y Polonia aumentaron. Los lotes belgas complementaron la oferta, los productos nacionales fueron de mayor interés para los minoristas especializados en Fráncfort. La presencia de artículos españoles creció, lo que inevitablemente afectó a los precios.
Fuente: BLE