La próxima temporada de peras belgas se caracterizará principalmente por el aumento de los costes. Según Christoph Van Haelst, de Van Haelst Fruit, es vital para los productores que cultivadores y exportadores trabajen unidos para conseguir precios justos. "Los costes energéticos son los que más se están disparando, y estos son difíciles de trasladar al precio final. Tenemos que mantener la calma y no saturar de golpe el mercado. Trabajando juntos podremos recibir precios justos. El papel de los supermercados será vital para que todo el mundo pueda obtener un buen beneficio", comienza diciendo.
Buena calidad, pero con variaciones
Van Haelst Fruit está a punto de terminar la recolección de su nueva cosecha de peras Conferencia. "Nuestras peras son de una calidad excelente. Hay muchas menos peras de categoría II y el contenido de azúcar es muy alto. Sin embargo, se observan grandes variaciones dependiendo de la zona. El tiempo tormentoso afectó drásticamente a algunos productores de forma muy local, y la calidad en las parcelas que no se regaron cuando hizo tanto calor es muy inferior a la de las parcelas regadas".
"Nosotros, afortunadamente, pudimos regar muy bien. Aun así, en general, las peras serán entre 5 y 10 mm más pequeñas que el año pasado". En lo que respecta a los volúmenes, el comerciante estima que se ha recogido más que el año pasado. "Ignorando los casos excepcionales, todos los productores han cosechado más. Sin embargo, las peras se venden por kilo, pero se comen por pieza, así que tendremos que fomentar un mayor consumo a través de promociones", dice Christoph.
"Mantener la calma es crucial"
Como ya se ha dicho, le preocupa que el mercado tenga un exceso de oferta al principio de la temporada. "Al haber recogido peras más pequeñas, es más probable que la gente las envase. El aumento de los costes energéticos ha encarecido mucho el almacenamiento. Muchos productores y comerciantes considerarán, por tanto, que un almacenamiento prolongado no es rentable, ya que esos altos costes no podrán trasladarse al precio pagado por los supermercados".
"Este aumento de los costes energéticos está haciendo que cunda el pánico, pero el mercado de la pera requiere calma. Las negociaciones comenzarán pronto, y nosotros, como comerciantes holandeses y belgas, debemos mantenernos firmes si queremos trasladar esos costes a los supermercados. Ellos lo trasladan a los consumidores de todas formas", continúa Christoph.
"Y eso sin tener en cuenta en gran medida los gastos de los productores y comerciantes. Los gastos más importantes –la refrigeración– ya se han realizado, por lo que hay que vigilar sobre todo la calidad del almacenamiento. Los belgas tienden a vender más rápido, mientras que los holandeses son más propensos a esperar y estudiar la situación, lo que también puede ser desastroso si se almacenan las peras durante demasiado tiempo. Mantengamos la calma y, juntos, proporcionemos un suministro estable al mercado".
Energía neutra
Para reducir los costes de almacenamiento, la empresa, que exporta alrededor del 95% de sus peras, busca siempre fuentes de energía alternativas. "Queremos acabar siendo independientes energéticamente. Ya disponemos de paneles solares para reducir esa presión, pero estamos estudiando la posibilidad de realizar otras inversiones. Queremos convertirnos en una empresa totalmente neutral desde el punto de vista energético. Sin embargo, entendemos que eso no es posible para todo el mundo, así que la cooperación entre nosotros es simplemente esencial", dice Van Haelst.
Christoph cree que, en general, la temporada será desafiante. "Pero sigue siendo importante gestionar la fruta almacenada de forma inteligente. Hasta hace unos días, el mercado no estaba preparado aún para recibir grandes volúmenes. La demanda suele empezar a aumentar a partir de principios de noviembre y se mantiene hasta aproximadamente abril. En ese período se concentran la mayor parte de las ventas. Fuera de él, todavía hay demasiada competencia de otras frutas".
"La gente aún no está preparada para comprar peras. Además, tendremos que lograr que los supermercados acepten peras algo más pequeñas. Solo hay una vía para lograrlo: con el precio. El año pasado, las peras grandes y las pequeñas costaban lo mismo; este año habrá diferencias y estas se mantendrán", concluye.
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Christoph Van Haelst
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