Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura estima que la cosecha de tomate para industria estará este año en torno a las 1,5 millones de toneladas, la más baja de los últimos cinco años, reflejando una reducción del 30% respecto a la cosecha el año pasado, como consecuencia de la falta de agua por la sequía, las altas temperaturas y la ausencia de materias activas eficaces contra plagas y enfermedades.
Fuentes de la organización recuerdan que la actual campaña ya se inició con un descenso del 20% en la contratación de tomate por las OPFH de la región, en una superficie que disminuyó en 4.592 hectáreas debido a las limitaciones de recursos hídricos.
La sequía hidrológica sumada a las altas temperaturas, que se mostraron persistentes durante los meses de mayo, junio y julio batiendo los récords de las series históricas, han provocado daños muy relevantes que, a nivel general, han superado el 35%, mientras que a nivel particular se ha alcanzado el 80% en algunas explotaciones de la región, con “tomates asolanados, afectados por podredumbre apical y fallos de polinización en plantaciones tardías”.
Según Cooperativas Agroalimentarias, a este complicado escenario hay que añadir los efectos del aumento de algunas de las principales plagas y enfermedades que afectan al tomate para industria y determinan su productividad.
Esta situación ha puesto en grave riesgo la rentabilidad de un importante número de explotaciones de este cultivo, que es fundamental para la economía extremeña y ha mantenido a la región como líder nacional en producción y transformación.
Fuente: agrodiario.com