Los sudafricanos se muestran desconfiados ante el hecho de que la compañía eléctrica controlada por el Estado, Eskom, pida un aumento del 32% en las tarifas eléctricas mientras el país sufre cortes de electricidad durante un tercio del día (al parecer, incluso más largos en algunas zonas).
La electricidad está oscilando entre la fase 5 y la fase 6 de reducción de carga, que es un programa planificado de cortes de energía para reducir la presión de la red eléctrica, ya que varias centrales de carbón, así como el único reactor nuclear del país, están sufriendo averías.
El líder del principal partido de la oposición ha emitido recientemente un comunicado en el que dice: "Sudáfrica está inmersa en una crisis eléctrica que amenaza con hacer descarrilar lo que queda de nuestra economía y desestabilizar nuestra sociedad.
Y aunque el director general y el director de operaciones de Eskom han empezado por fin a cambiar su lenguaje para reflejar la verdadera gravedad de la situación (con palabras como "catástrofe" que ahora entran en su vocabulario en las ruedas de prensa), no puede decirse lo mismo del presidente Ramaphosa, el ministro Mantashe o el ministro Gordhan", señala John Steenhuizen, líder de la Democratic Alliance.
El partido de la oposición propone el nombramiento de un experto independiente que se encargue de la generación de energía "para que los sudafricanos puedan beneficiarse de la forma más barata y rápida de salir de este lío".
Cortes de energía cuatro veces al día
Los paneles solares se han instalado ampliamente en la agricultura, pero las necesidades de electricidad de las bombas de riego y los equipos de refrigeración superan lo que actualmente se puede generar o almacenar de esa manera.
Un almacén frigorífico de frutas ha declarado a FreshPlaza que consume 300 litros de gasóleo a la hora durante los cortes de suministro, y un centro de distribución de Gauteng dice que el suyo consume 600 litros la hora. El coste del gasóleo asciende a millones de rands.
Con el nivel actual de cortes de carga, cuatro veces al día, con un total de 11 horas sin electricidad, algunos almacenes están teniendo que reducir el envasado en este momento.
En Gauteng, se ha advertido a los residentes de que deben esperar una baja presión de agua, ya que las estaciones de bombeo se ven afectadas por los cortes de energía.
Las pequeñas empresas se están hundiendo ante la pérdida de ingresos y los costes de las medidas energéticas adicionales.
"La realidad de los apagones es como ver un accidente a cámara lenta", expresa Aubrey Masango, analista político.