Ha sido un verano soleado pero abrasador en Europa, y el mercado del tomate se ha visto afectado por ello. Las altas temperaturas provocaron un descenso del 14% en la producción. Así lo indica un informe de septiembre del grupo de trabajo de expertos flamencos y del comité de gestión de frutas y hortalizas. Esa caída de la producción se tradujo en un aumento de los precios.
Estos grupos prestan apoyo a la Comisión Europea (CE). El comité de gestión se centra principalmente en los precios, los mercados y las normas de aplicación práctica.
Los datos de la CE muestran que, en agosto, los precios del tomate se encontraban casi a la par con la media de los cinco años anteriores. A pesar de que, en contra de dicha tendencia, los precios bajaron en agosto.
Los productores franceses protestaron tras lo que denominaron un "mes catastrófico". En España, el precio medio del kilo de tomates también cayó significativamente por debajo de la media de los últimos cinco años.
Pero en Italia y los Países Bajos, los otros dos países sobre los que se ofrecen datos, los precios de agosto fueron superiores a la media de los cinco años anteriores.