Perú y la patata tienen un vínculo ancestral que la inflación está poniendo en riesgo. El precio de la papa amarilla, una de las principales variedades, ha aumentado casi un 40% desde enero y el de la blanca casi un 25%. El IPC acumula una variación muy inferior, de algo más del 6%.
Cada peruano come alrededor de 2 kilos de patatas por semana. Con los precios actuales, una familia peruana tiene que invertir una séptima parte del salario promedio urbano para mantener ese consumo.
"Yo antes llevaba kilo y medio de papa, ahora lo tengo que disminuir un cuarto, estoy llevando kilo y cuarto, ¿por qué? Por la misma situación que ya, prácticamente, un kilo de papa va a llegar a 10 soles (alrededor de 2,56 euros) el kilo", explica una mujer.
En el país mayor productor de Latinoamérica y decimosexto del mundo hay 3.500 variedades. La importancia, indica una vendedora de comida, es capital: "Todo se cocina con papa, en fritura, sancochada, todos los días se cocina la papa, ni un día dejamos de cocinar papa, así que es bien necesaria la papa y ahorita está demasiado subido el precio".
Alrededor de 700.000 familias, además, viven del cultivo de la patata, que también es uno de los elementos principales de las cocinas de los alrededor de 20.000 restaurantes de todo Perú.
Fuente: euronews.com